París está que arde. Si la derrota ante el Bayern de Múnich había supuesto un varapalo a un París Saint-Germain que se complica el pase directo a la siguiente ronda, el empate frente al Nantes acabó creando cierto malestar en un Parque de los Príncipes que no se cortó ni un pelo en mostrar su frustración con su equipo.

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