El de Gabri Veiga fue uno de los fichajes más comentados de hace un par de veranos. El joven talento gallego se marchaba del Celta de Vigo después de una explosión meteórica, y las necesidades económicas del club olívico hacían pensar que era una venta más que anunciada. Su cláusula de 30 millones parecía una ganga para equipos Premier, de hecho el que sonó con más fuerza para hacerse con el prometedor mediapunta fue el Newcastle, que estaba avalado por el dinero saudí. Curiosamente, terminó convencido por los petrodólares, aunque no por los que le convertían a una urraca. Acabó marchándose al Al-Ahli, en un movimiento que pilló por sorpresa a más de uno. Un jugador de apenas 20 años, con toda la carrera por delante, y que se marchaba a una liga menor, aunque en auge eso sí con los fichajes de estrellas venidas a menos en el ocaso de su trayectoria.
Año y medio después, parece que el de Porriño se ha arrepentido de ese movimiento, o por lo menos se ha cansado de la liga saudí y de haber quedado en un segundo plano en el fútbol español cuando fue uno de los proyectos más esperanzadores cuando echó la puerta de Balaídos abajo.
El Atleti, a un paso de llevárselo
El gallego ha empezado el curso con mucho protagonismo en el conjunto saudí, jugando tanto por el centro como partiendo desde banda izquierda. Suma 12 partidos en los que ha anotado tres goles, repartiendo una asistencia. Un centrocampista de corte más ofensivo, y que puede partir desde la banda en un 4-4-2. Características que le convierten en un objeto de deseo para Simeone, que busca una pieza más para apuntalar la medular.
Es más, Veiga estaría muy cerca de convertirse en nuevo jugador rojiblanco ya en este mercado de invierno. La fórmula que lo haría posible: tiene una cláusula en su contrato, que termina en 2026, por la que podría salir cedido a un equipo Champions, según informa Iván Corrochano.