Extremadura defenderá un sistema de financiación autonómica basado en la igualdad entre territorios, donde se tengan en cuenta variables como la despoblación, el envejecimiento y la superficie para hacer frente al coste real de los servicios. También el principio de solidaridad, “que no caridad, para hacer justicia”. Actualmente la región recibe unos 3.900 millones anuales del sistema de financiación y debido a su limitada capacidad recaudatoria y menor renta, es una de las llamadas ‘comunidades receptoras’: de cada 10 euros que llegan al territorio para la cobertura de derechos básicos como sanidad o educación, se estima que 8 provienen de la caja común del Estado.

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