En casa, Nevra estaba esperando a Bahar para echarle una gran bronca. La tensión entre ambas se ha hecho evidente desde el primer momento. “Vuelves a ser médica, ¿cuándo pensabas contárselo a tu familia?”, le ha preguntado muy enfadada.
Bahar, lejos de achicarse, se ha defendido. “Lo he dicho muchas veces, pero nadie ha querido escucharme”, ha respondido. También ha admitido que se ha cambiado el apellido para evitar problemas a Timur y Aziz en el hospital: “Quiero construirme una nueva vida y hacerlo por mí misma”.
Nevra, más enfadada aún, le ha recordado su pasado. “¿Una nueva vida? ¿Y qué hay de la que te dimos? Tenías 20 años, estabas embarazada y mi marido te acogió en esta casa cuando tu propio padre te maltrataba. Te dimos una vida de lujo, y ahora nos pagas de esta manera. Eres una desagradecida”, le ha dicho con desprecio.
No contenta con eso, Nevra también le ha echado en cara el robo de su bolso. Sin embargo, Bahar no se ha quedado callada. “Desde el momento en el que entré por esa puerta, me obligaste a cargar con un lastre de gratitud tan pesado que me ha costado 20 años quitármelo de encima”.
Nevra se ha quedado sorprendida por la contundencia de Bahar, pero ella ha seguido y le ha soltado: “Nunca le daría la espalda a una persona que se está muriendo, no como tú, que no querías que Timur fuera mi donante. Te perdono, Nevra, pero me ofende. No tengo la culpa de que seas un ser carente de empatía”.
Bahar, cansada de los constantes reproches y de cargar culpas que no le corresponden, ha dado un portazo y se ha marchado, dejando a Nevra sola.