El VMUT-2 completó el primer vuelo del MQ-9A Reaper, marcando un hito en su transición a escuadrón de entrenamiento en Carolina del Norte.

El VMUT-2 inicia entrenamiento con MQ-9A en primavera de 2025

El 21 de noviembre de 2024, un MQ-9A Reaper del VMUT-2 completó su primer vuelo en la base aérea MCAS Cherry Point, Carolina del Norte. Este escuadrón, integrado en el MAG-14 de la 2nd Marine Aircraft Wing (2 MAW), se está preparando para recibir su primera clase de pilotos y operadores de sensores en la primavera de 2025.

El escuadrón VMUT-2 comenzó en julio de 2023 su transición del modelo RQ-21A Blackjack al MQ-9A Reaper, consolidándose como una unidad de reemplazo de flota especializada en entrenamiento. Este cambio tiene como objetivo preparar a los marines de la Costa Este para futuras operaciones con esta aeronave.

Previamente, el primer MQ-9A Reaper del Cuerpo de Marines fue entregado al escuadrón VMU-1 en Yuma, Arizona, en agosto de 2021. Desde entonces, el servicio ha recibido 10 unidades de este dron y espera sumar otras 10 para 2025. Cabe destacar que el primer MQ-9A ensamblado en la base MCAS Cherry Point fue completado por el VMUT-2 en abril de 2024.

El comandante del escuadrón, el teniente coronel Jonathan Boersma, declaró: “El primer vuelo del MQ-9A desde el VMUT-2 es un hito histórico […] y más que un éxito técnico. Representa un gran paso adelante en el futuro de los sistemas aéreos no tripulados dentro del Cuerpo de Marines”.

Capacidades técnicas avanzadas del MQ-9A Reaper

El MQ-9A Reaper es un UAV MALE (Medium Altitude Long Endurance) diseñado para realizar misiones ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento) tanto sobre tierra como sobre el mar. Este dron tiene un alcance de 2.574 km (1.600 millas) y puede operar durante más de 20 horas continuas.

Adicionalmente, el MQ-9A cuenta con tanques de combustible externos que incrementan su autonomía y capacidad operativa. Puede transportar una carga útil de 1.361 kg distribuidos en seis puntos de anclaje, además de equiparse con sistemas avanzados como la torreta MTS-B EO/IR, un radar multimodo Lynx y un sistema de identificación automática.

La subvariante Block 5 del MQ-9A mejora sus capacidades para operaciones conjuntas y combinadas, permitiendo vigilancia y retransmisión de datos en tiempo real. Estas características lo convierten en un elemento clave para las misiones del Cuerpo de Marines en entornos expedicionarios.

Según un comunicado oficial, el Block 5 facilita “la detección y ataque de objetivos durante operaciones expedicionarias, conjuntas y combinadas, integrando capacidades de vigilancia y enlace de comunicaciones”.

Despliegues operativos y misiones recientes

El concepto MUX (Expedicionario No Tripulado) de la Marine Air-Ground Task Force (MAGTF) es la base operativa del MQ-9A. Durante 2024, drones MQ-9A del VMU-3, parte de la I Marine Expeditionary Force (I MEF), operaron desde la Base Aérea Basa en Filipinas, en el marco de tensiones regionales en el Mar de China Meridional.

En ejercicios como Balikatan 2024, el MQ-9A participó en misiones clave, incluyendo un ejercicio de hundimiento (SINKEX). En este evento, el buque insignia BRP Jose Rizal de Filipinas disparó un misil SSM-700K C-Star contra un objetivo marítimo, apoyado por aeronaves de EE. UU. y Filipinas.

Además, el MQ-9A ha sido utilizado para extender redes de comunicaciones, realizar vigilancia marítima y ofrecer soporte de alerta temprana aérea. Estas capacidades fortalecen el desempeño de la MAGTF y otros elementos de la fuerza conjunta.

El dron también forma parte de la “cadena de eliminación” de objetivos, trabajando junto a unidades como los F-35B, P-8A Poseidon y helicópteros AH-1Z Viper. Este enfoque integral maximiza la efectividad de las operaciones militares.

Proyección del MQ-9A en el diseño futuro de fuerzas

El Cuerpo de Marines ha desarrollado códigos de especialidad como el 7318 para pilotos de MQ-9 y el 8022 para operadores de sensores, consolidando su capacidad operativa. Desde 2020, más de 100 pilotos han sido entrenados en el manejo de este dron.

Con su capacidad de ISR y ataque, el MQ-9A complementa las estrategias del diseño de fuerza del Cuerpo de Marines, incluyendo operaciones en zonas litorales disputadas. Su versatilidad lo convierte en una herramienta esencial para enfrentar futuros desafíos operativos.

Declaraciones oficiales subrayan que estas capacidades permitirán al MQ-9A apoyar iniciativas como las operaciones marítimas distribuidas y de bases avanzadas, asegurando su relevancia en escenarios globales.

El desarrollo y despliegue del MQ-9A representan un avance significativo para el Cuerpo de Marines, marcando una evolución en el uso de sistemas no tripulados en contextos operativos complejos.

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