Cada año, miles de millones de vehículos en todo el mundo arrojan al medio ambiente aproximadamente 6 millones de toneladas de minúsculos fragmentos procedentes de sus neumáticos. Estos diminutos trozos de plástico, generados por el desgaste de la conducción normal, terminan acumulándose en el suelo, en ríos y lagos, e incluso en nuestros alimentos. Recientemente, investigadores del sur de China encontraron sustancias químicas procedentes de neumáticos en la mayoría de las muestras de orina humana.

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