El Tribunal Constitucional de Rumanía ha validado este lunes los sorpresivos resultados de la primera vuelta en las elecciones presidenciales, permitiendo la celebración de una dramática segunda vuelta el próximo domingo que podría dar un vuelco a la orientación pro occidental del país y erosionar su apoyo a Ucrania. La decisión elimina la incertidumbre que se cernía sobre la nación balcánica desde de que la corte ordenó hace unos días un recuento de los votos. La victoria del candidato ultraderechista y favorable al Kremlin Calin Georgescu sembró sospechas de injerencia extranjera en el proceso.

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