A partir del 1 de enero de 2025, los autónomos en España se enfrentarán a cambios significativos en sus cotizaciones a la Seguridad Social, impactando a más de tres millones de trabajadores por cuenta propia. Este nuevo sistema, que comenzó a implementarse en 2023, sufrirá modificaciones el próximo año, y el cálculo de las contribuciones se basará en los ingresos reales, lo que obligará a muchos a ajustar sus aportaciones.
El modelo actualizado permitirá a los autónomos modificar su base de cotización hasta seis veces al año, facilitando la adaptación a las variaciones en su facturación. Además, conllevará un control más exhaustivo por parte de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, que cruzarán datos de ingresos para verificar que las previsiones declaradas por los autónomos se alineen con sus rendimientos reales. Si las cotizaciones resultan inferiores a los ingresos reales, será necesario abonar la diferencia; en caso contrario, el autónomo recibirá un reembolso por el exceso de cotización.
Cambios en la cotización
- Los autónomos que se encuentren dentro de los 6 primeros tramos, entre menos de 670 euros y 1.700 euros, van a tener una cuota mensual más baja. Así, si cotizan por la base mínima, tendrán una rebaja anual de cuota que va a oscilar entre los 80 y los 428 euros, en función del tramo en el que se encuentren.
- Los que superen los 1.700 euros mensuales. Estos autónomos pagarán entre 30 y 90 euros más al mes de cuota, lo que representa hasta 1.080 euros al año. Por otro lado, a los autónomos que ganen menos de 670 euros mensuales se les reduce la cuota mínima de 230 a 200 euros al mes, aliviando ligeramente su carga económica.
Además, entra en vigor el IVA franquiciado, que exime a los autónomos con ingresos inferiores a 85.000 euros anuales de presentar las declaraciones trimestrales del IVA, una medida que se espera reduzca significativamente las obligaciones tributarias para este colectivo.
Finalmente, una de las principales actualizaciones que entran en vigor en 2025 respecto a la facturación electrónica es la Orden HAC/1177/2024, aplicable desde octubre de 2024. Esta normativa define las especificaciones técnicas y funcionales que los sistemas de facturación electrónica deben seguir en España.
El objetivo principal es fortalecer la seguridad y la eficiencia en las interacciones fiscales con la Agencia Tributaria (AEAT), fomentando la estandarización de los procesos de facturación para garantizar una mayor transparencia y un control más riguroso.