«Son niñas rotas. Mi hija ya no es la misma, no la puedo ni abrazar ni achuchar ni besar como antes». Sus hijas «ya no pueden tener una vida normal». La empatía de quienes escuchamos el terrible testimonio se empapa de la angustia, la tristeza y la rabia, la impotencia que desgarra a estas dos madres de niñas violadas y agredidas sexualmente por el pederasta zamorano Pedro F.R., condenado este miércoles a 40 años de cárcel por la Audiencia de Zamora.

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