Pocas autonomías españolas se ha librado de los efectos devastadores de la DANA que arrasó partes significativas de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre. Y es que un sinfín de empresas de diversos territorios del país tenían instalaciones en la zona y han tenido que recurrir a presentar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ante las dificultades para seguir con su actividad. Así consta en los últimos datos del Ministerio de Trabajo. De hecho, solo hay cuatro regiones que no han tenido mercantiles afectadas por las inundaciones. Se trata de Baleares, Cantabria, Navarra y La Rioja.
Todas las demás se han visto damnificadas, aunque la magnitud es ciertamente muy diferente. Por ejemplo, solo tres empresas de Castilla-La Mancha han tenido que recurrir a esta medida laboral. Una en Albacete e incluyó en el erte a 17 empleados y otra en la localidad de Pedro Muñoz, en Ciudad Real, pero solo puso a un trabajador. La tercera está en Cabanillas del Campo, de la provincia de Guadalajara, que en este caso ha apuntado a 771 personas. En el listado de Trabajo figuran también dos empresas de Las Palmas de Gran Canaria, con 18 trabajadores en expediente. De la asturiana Gozón hay una mercantil con 14 trabajadores. De Salamanca (Castilla y León), una, de Carbajosa de la Sagrada, con tres empleados. Al igual que de Extremadura, concretamente de Jaraiz de la Vera, donde una firma ha puesto en Erte a cuatro trabajadores. Del País Vasco, hay dos firmas, las dos guipuzcoanas (Mondragón y Astigarraga) con cuatro empleados cada una.
Aragón figura con tres empresas con sede en su capital, Zaragoza, que suman 60 trabajadores. De Galicia son 4: un de A Coruña, con dos empleados afectados, y tres de Pontevedra. En este último caso, dos son de Vigo, con 23 empleados, y la tercera de Redondela, con 45. Murcia, una autonomía limítrofe con la Comunitat Valenciana aunque con mayores vínculos con Alicante, tiene cuatro poblaciones afectadas a nivel empresarial: Cieza, con una compañía y nueve trabajadores, Lorquí, con una y uno en cada caso, Murcia, con dos firmas y ocho empleados y Yecla, con uno y tres. Por Andalucía aparecen cinco poblaciones: Córdoba, con una empresa y 26 personas, la onubense Lepe, con una y cuatro, Málaga, con 6 y 37, la gaditana El Puerto de Santa María, con una y quince, y Sevilla, con 2 y 9.
Los territorios más damnificados, tras la Comunidad Valenciana, son Madrid y Cataluña, las mayores potencias económicas del país. La primera tiene 42 empresas con erte, de las cuales 28 son de la capital, con un total de 1.148 trabajadores afectados y con poblaciones como Alcalá de Henares, Alcobendas, Alcorcón, Boadilla del Monte, Leganés o Navalcarnero. De Cataluña hay 32 con 1.151 empleados. Entre las localidades se encuentran Barelona, Girona, Mataró, Badalona, Barberá del Vallés, Sant Feliu de Llobregat o Esplugues.
Un dato muy llamativo es el escaso número de firmas afectadas cuyas sedes sociales se encuentran en las otras dos provincias de la Comunitat Valenciana. De Castellón solo se contabilizan siete mercantiles: Benicarló (63 trabajadores), Castelló de la Plana (uno), Vall d’Uixó (7), Moncofa (1), Borriana (1) y dos en Penyíscola, con 406 empleados inscritos en Erte. De Alicante solo figuran cinco poblaciones, aunque aquí crece el número de firmas. Así de Alicante ciudad hay cuatro, con 19 trabajadores, de Alcoi, una con un empleado, al igual que en Banyeres de Mariola; de Elx hay cinco con 47 personas inscritas y de Orihuela otras cinco, con 50.
Hasta el pasado jueves se habían presentado 2.634 ertes que incluyen a 28.901 trabajadores. La zona más dañada es la provincia de Valencia, claro está, con 82 municipios, donde hay 1.545 empresas afectadas. Las poblaciones de l’Horta Sud y la Ribera Alta, zona cero de la dana, acumulan los números más abultados de mercantiles: Albal (100), Aldaia (145), Alfafar (144), Algemesí (187), Benetússer (132), Catarroja (297), Massanassa (138), Paiporta (249), Picanya (87), Riba-roja (84), Sedaví (117) y Valencia (246).n
La destrucción empezó en el tercer trimestre
No fueron las demarcaciones con un peor comportamiento en el tercer trimestre de este año, pero las tres comarcas que más han sufrido por la dana que arrambló con sus territorios el pasado 29 de octubre llegaron a la fatídica fecha destruyendo empleo. Una dinámica que sin lugar a dudas se ha acrecentado desde las históricas inundaciones, que han provocado una destrucción inusitada de establecimientos empresariales y ha provocado que casi 29.000 trabajadores se encuentren ya en expediente de regulación temporal de empleo (erte) a la espera de que sus empleadores recuperen, si pueden, la actividad.
Los últimos datos del Institut Valencià d’Estadística ponen de relieve que al cierre del período comprendido entre julio y septiembre de 2024 la tasa de empleo había descendido un 1,41 % en l’Horta Sud, un 1,39 % en la Plana de Utiel-Requena y un 0,73 % en la Ribera Alta. Paralelamente, la tasa de paro había aumentado, respectivamente en un 1,09 %, un 1,03 % y un 0,97 %. Estos porcentajes corresponden a la comparativa respecto del tercer trimestre de 2023, pero la evolución era también negativa respecto del segundo trimestre de 2024. En este caso, la tasa de ocupación había bajado un 1,51 % en l’Horta Sud, un 1,28 % en la Plana de Utiel-Requena y un 1,19 % en la Ribera Alta. La tasa de paro, por su parte, se había incrementado en un 1,77 %, en un1,28 % y en un 2,37 % en cada caso.
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