Hace 20 años, la vida de María Antonia cambió por completo. Ella era pianista profesional, pero, tras sufrir una sepsis, le amputaron las manos y los pies.

Estuvo más de 50 días en coma y, al despertarse, no podía creerlo. «Creía que era un mal sueño», nos cuenta. Cuando se levantó, no tenía manos ni pies: «Se te cae el mundo encima».

Aquellos fueron los meses más difíciles para María Antonia, que, con un bebé de 9 meses, tuvo que aprender de nuevo a andar, a coger cosas… y a tocar el piano. «Es como los bebés, pero peor porque eres mayor», confiesa.

El piano siempre fue vida para María Antonia y no quería perderlo, por lo que consiguió volver a tocar, con el corazón y sin manos. ¡No te pierdas su increíble actuación en el video de arriba!

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