Un espectacular tanto de volea del central checo Ladislav Krejci en el tiempo añadido permitió al Girona salvar un punto (2-2) y mantener su buena dinámica en la Liga ante un Villarreal que no supo administrar una ventaja de dos goles.
El conjunto castellonense, que pareció tener asegurado el triunfo en los primeros minutos del segundo tiempo, acabó cediendo la iniciativa y el balón al equipo catalán, que encontró la recompensa a su apuesta ofensiva en el último suspiro.
El conjunto de Míchel arrancó el partido a un ritmo frenético y un robo en zona defensiva del Villarreal, al minuto de juego, le ofreció la opción de adelantarse en el marcador, pero el disparo de Bryan Gil fue despejado a saque de esquina por Conde.
Apenas un minuto después, el portero del Villarreal tuvo que volver a intervenir para despejar un centro envenenado de Miguel.
Poco a poco el equipo de Marcelino logró sacarse de encima al Girona gracias a la movilidad de Álex Baena, que, instalado en la media punta, fue una pesadilla para su rival.
El centrocampista detectó los espacios en la defensa catalana y comenzó a surtir de balones a Yeremy y a Barry.
Un remate de Costa, despejado por Gazzaniga, un disparo de Baena y un lanzamiento de Comesaña confirmaron el cambio de tendencia del partido.
La versión más contragolpeadora del Villarreal apareció en el minuto 22, cuando Álex Baena, tras combinar con Cardona, asistió a Yeremy, cuyo remate a un palo fue recogido por Barry para marcar a placer.
El gol desató al Villarreal, que dispuso de varias llegadas muy claras, siempre activadas por Baena, para ampliar la ventaja, pero ni Yeremy ni Barry estuvieron precisos en el remate.
El Girona, que intentó dominar el partido desde la posesión, buscó siempre la profundidad de Van de Beek y el desequilibrio de Bryan como sus principales argumentos ofensivos.
El equipo catalán tuvo su opción de empatar en el añadido, pero el remate de Miguel, tras asistencia de Bryan, fue despejado de nuevo por Conde.
Míchel buscó reactivar su ataque tras el descanso con la entrada de Abel Ruiz, pero el Villarreal no dio tiempo a su rival para adaptarse al nuevo plan, ya que al minuto de juego Álex Baena, tras una asistencia de Yeremy, firmó el segundo tanto con un gran disparo al ángulo.
El Girona, aturdido, fue con todo, ya con Stuani en el césped, a por un gol que le permitiera engancharse de nuevo al partido, mientras que el Villarreal, solidario y agresivo en defensa, disfrutó de espacios a la contra para amenazar con el tercer tanto.
El conjunto de Michel, que ya había rozado el gol tras un remate de Stuani que sacó Conde con un pie, acabó encontrando el gol con un disparo de Van de Beek que, tras golpear en un defensa, se coló en la portería castellonense.
El gol acobardó al Villarreal y dio confianza al Girona, que por momentos acorraló a su rival en busca del empate. Miguel, uno de los jugadores más activos en ataque, dispuso de la gran oportunidad para empatar, pero su remate, tras un mal rechace de la defensa local, se marchó alto.
El Villarreal, despistado con las protestas al árbitro, no despertó con los cambios y siguió cediendo terreno, lo que aprovechó el Girona para embotellar a su rival. Stuani, ya en el descuento, vio cómo el colegiado le anuló un gol, tras una acción colectiva exquisita, por fuera de juego.
No hubo tiempo para lamentaciones, porque poco después Krejci, en una aventura ofensiva a la desesperada, firmó el empate con una soberbia volea que dejó helado el Estadio de la Cerámica.
