Se acabaron las soluciones únicas para combatir el caos de la casa. Cada vez es más frecuente encontrar en la cocina soluciones modernas que vienen a sustituir a los clásicos útiles de limpieza que acostumbramos a utilizar. Si pensabas que el estropajo es el único método efectivo para dejar tu vajilla impoluta, te estás perdiendo todo un universo de soluciones que se podrían ajustar mucho mejor a tu estilo y necesidades.
En cuestiones tan poco entretenidas -para la mayoría- como la limpieza es fundamental contar con todos los trucos y elementos posibles que nos hagan las rutinas semanales más amenas y cuyos resultados estén a la altura de un hogar limpio.
Ikea cuenta con su propio catálogo de productos con los que aprovechar hasta la última gota de producto de limpieza y exprimirlo sus capacidades al máximo.
Una solución diminuta y muy económica
En este caso, el estropajo tiene los días contados en muchos hogares que quieran encontrar una alternativa barata. Valvardad es un recambio de cepillo para limpiar la vajilla que podrás combinar con otro producto de la tienda o usarlo de manera independiente. En principio, se trata de un cabezal que se combina con el cepillo limpiavajillas y que te permitirá sacar brillo sin tener que frotar con tus propias manos. El conjunto tiene un precio de 4,99 euros.
No obstante, si apuestas por la opción más básica, solo te costará 0,99 euros, ya que está incluido entre los productos del outlet que la marca ha puesto en descuento. Esta especie de estropajo está formado por un soporte de madera y unas cerdas, tiene forma esférica podrás manejarlo muy fácilmente gracias a su forma diminuta. Se presenta como una alternativa ideal a los estropajos de materiales sintéticos cuya textura se vuelve desagradable según vamos utilizándolo.
Un estropajo es indispensable en cualquier lavabo para eliminar los restos e incrustaciones de los platos, vasos, cubiertos y el resto del menaje del hogar. Los dos colores que conforman este imprescindible de la limpieza tienen un porqué: la parte verde está compuesta de un material un poco más duro que actuará de manera más agresiva sobre las incrustaciones que se resisten a salir. No obstante, notarás que en cuestión de una semana su color comienza a cambiar y que, por lo tanto, comienza a ser inservible. En lugar de tirarlo a la basura, prueba a dejarlo en remojo en una solución de agua y lejía.
