Kylian Mbappé es un jugador especial para el Real Madrid y recibe un trato como tal. El Bernabéu es un escenario muy crítico, como demostró al final de una victoria cómoda contra el Getafe en la que se dejó llevar. El disparo a la escuadra de Patrick y el remate al palo de Uche desataron los silbidos contra un equipo al que se le exige la excelencia. Sin embargo, con el francés el madridismo demuestra tener paciencia y cariño. Recompensó su esfuerzo, traducido en un gol magnífico que trajo aparejado un buen número de intentos fallidos. En todos los casos, aplausos y dedicación.

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