Uno de los factores relacionados con los estilos de vida que más influye en la salud del hígado es el consumo de alcohol. Tanto es así que, tal y como indica la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) las dos enfermedades del hígado más frecuentes en España son la enfermedad hepática por alcohol y el hígado graso.
Como explican los especialistas, la enfermedad hepática por alcohol se ve especialmente agravada en las personas que padecen un trastorno por consumo de alcohol, es decir, un consumo de riesgo o perjudicial, que representa ya un 6% de la población española.
Entre los más afectados por este trastorno destacan la población joven y los hombres.
El doctor Joaquín Cabezas, hepatólogo experto en la enfermedad hepática por alcohol, señala que “un 20% de los varones que padecen este trastorno tiene o tendrá enfermedad hepática por alcohol”.
Una de las enfermedades hepáticas crónicas que se puede desarrollar a raíz de un trastorno por consumo de alcohol es la cirrosis.
- “Un 70% de los casos en hombres y un 56% en las mujeres que padecen cirrosis se deben a este trastorno”, indica el especialista.
No existe un consumo seguro de alcohol
Para que no quepa ninguna duda los especialistas de la FEAD dejan claro que el alcohol es una sustancia tóxica para todo el organismo y, en especial, para el hígado.
La forma en la que el consumo excesivo de esta sustancia daña el hígado es la siguiente:
- Produce la acumulación de grasa en el hígado
- La persistencia de este consumo hace que la grasa inflame este órgano apareciendo fibrosis
- Eso puede ocasionar enfermedad hepática por alcohol.
Como señala el doctor Ramón Bataller, experto en la enfermedad hepática por alcohol
Si bien es verdad que casi siempre se habla de un consumo excesivo, lo cierto es que:
- “No hay consumo seguro de alcohol” ya que “tomar uno o dos bebidas alcohólicas al día y/o consumo en atracón puede tener un efecto perjudicial”.
No obstante, “un consumo moderado y ocasional, en ausencia de otras enfermedades hepáticas, probablemente no dañe el hígado”, añade el especialista.
Otra de las consecuencias que el consumir alcohol puede tener en el hígado es que puede llegar a producir cáncer en este órgano.
Esta relación es tal que recientemente, la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) han instado al Parlamento Europeo a crear más conciencia sobre el vínculo entre el consumo de alcohol y el desarrollo del cáncer de hígado.
El problema añadido de la adicción
Si repasamos las recomendaciones para la prevención de diferentes enfermedades lo más probable es que la reducción o eliminación del consumo de alcohol esté presente.
Y es que el hígado no es el único órgano al que afecta esta sustancia.
- Actúa también sobre el sistema nervioso central alterando el comportamiento y provocando tolerancia que, en ocasiones, puede causar dependencia, es decir, “puede llegar a provocar una adicción” explica el doctor Francisco Pascual, presidente de Socidrogalcohol.
En otras palabras, hablamos de una droga que “no solo está ligada a desarrollar ciertas enfermedades”, sino que, además, “provoca alteraciones de la conducta y del carácter, pudiendo alterar la convivencia familiar y la vida laboral, así como el aumento de la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico y/o doméstico”, señala el doctor.
Con todo esto, el tratamiento del trastorno por consumo de alcohol “debe ser individualizado y con un abordaje psicosocial”, explica el doctor Pascual, “que incluya el tratamiento psicológico individual o de un grupo con un correcto apoyo social”. En definitiva, “un tratamiento encaminado a conseguir la salud integral de la persona”, termina.