La lucha por el liderazgo de ERC no se pudo resolver el sábado porque ninguna de las tres candidaturas logró superar el 50% de votos de la militancia. Esto ha obligado al partido a celebrar una segunda vuelta el 14 de diciembre donde se enfrentarán las dos candidaturas más votadas ayer, la de Militància Decidim que encabezan Oriol Junqueras y Elisenda Alamany, y la de Nova Esquerra Nacional de Xavier Godàs y Alba Camps. Estas son las claves que decidirán la duelo definitivo.
Posibles pactos
Tras celebrarse este sábado la primera vuelta, ahora se abre la veda de los pactos entre candidaturas. Godàs ya ha empezado a cortejar la candidatura de Foc Nou, la de Helena Solà y Alfred Bosch que ayer quedó en tercera posición y fuera de la carrera electoral. La idea es simple: sumar esfuerzos contra Junqueras con la idea de propiciar «el cambio» dentro del partido. Si cogemos las cifras de este sábado, Junqueras logró el 48,3% de los votos, mientras que si se suma los resultados de Godàs (35,3%) y Solà (12,6%) lograron el 47,9%. Esto no significa que los números en segunda vuelta sean los mismos, pero da una idea de lo ajustada que podría ser una votación con este esquema.
La candidatura de Junqueras se ha mostrado menos interesada en pactar con Foc Nou. Sabe que un acuerdo así es improbable porque Solà y Bosch han cargado numerosas veces en campaña contra el exlíder del partido y ahora tendrían difícil argumentar un pacto con él. Es por esto que el equipo ‘junquerista’ ya ha empezado a articular un discurso para defender que ellos son el proyecto que pretende seducir «a la militancia» y no intentar ganar con pactos cerrados «en un despacho». Así lo ha dicho Elisenda Alamany en Catalunya Ràdio para empezar a preparar el terreno de un eventual pacto a la contra de sus dos rivales.
Participación récord
De la primera votación de este sábado se puede inferir que la participación récord perjudicó los intereses de Junqueras. Veamos. Hace dos semanas cada candidatura presentó sus avales para poder concurrir a la votación. Junqueras entregó 2.565 firmas. Luego, ayer, logró 3157 votos totales, un diferencial de 592 más. El diferencial de su rival, Godàs, fue superior. Hace dos semanas presentó 1.510 firmas y luego logró 2.308 votos, 798 más. Esto significa que en estas dos semanas Nova Esquerra Nacional ha conseguido movilizar a sus partidarios en un grado algo superior. No mucho más, pero lo justo para forzar la segunda vuelta. Solo que Junqueras ayer hubiera logrado 111 votos más, hoy sería el nuevo presidente de ERC.
El mensaje de cambio
Las dos candidaturas en disputa reivindican un mensaje de renovación pero tienen muchas trazas de continuismo respecto a la dirección saliente del partido. Las de Junqueras són evidentes: él ha sido el presidente de ERC entre 2011 y mayo de este año, casi 13 años. La lista de Godàs tampoco es mucho más renovadora porque tiene el apoyo de la secretaria general, Marta Rovira, y el de varios dirigentes importantes de la última década.
Sin embargo, en las últimas semanas, Godàs ha conseguido potenciar la idea de que la renovación la representa él porque, pese a tener el apoyo de Rovira, tanto él como su número dos, Alba Camps, se estrenan como candidatos. «La militancia quiere cambio», sentenció ayer Godàs. Vender un mensaje de cambio siempre es más sugerente para los votantes que uno de continuidad. Es por esto que desde la candidatura de Junqueras este domingo ya se esforzaban en intentar contrarrestarlo defendiendo que ellos también encarnan la renovación porque tienen varias caras nuevas en su propuesta de ejecutiva.
Beligerancia contra el PSC
Si algo han detectado todas las candidaturas es que, entre la militancia, triunfa elaborar un discurso beligerante hacia el PSC. Para muchos afiliados fue duro ver como en agosto los diputados de ERC ponían sus votos al servicio de investir a Salvador Illa y que, por ahora, no haya avances en la financiación singular. Con dos semanas de incógnita por delante, tanto Junqueras como Godàs tienen incentivos para seguir mostrando esta dureza, sobre todo Godàs, que quiere captar el apoyo de Foc Nou, la candidatura más ‘antiPSC’ de todas. Esto podría complicar la negociación de los presupuestos de la Generalitat, la primera misión que tendrá el nuevo líder de ERC tras el 14 de diciembre.
Fractura interna
Junqueras y Godàs representan las dos facciones que en el último año se han disputado el control del partido entre acusaciones mutuas y variadas, el ‘junquerismo’ y el ‘rovirismo’. Habrá que ver si estas dos semanas extra de contienda electoral agravarán o no la fractura interna de la organización. Las dos partes, este mismo domingo, han prometido juego limpio y que, gane quien gane, no habrá «purgas».
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