Ha pasado un mes desde aquel fatídico 29 de octubre que arruinó personal y económicamente la vida de muchas familias valencianas que lo perdieron todo en la mayor tragedia que ha vivido nuestra comunidad en toda nuestra historia.
A día de hoy (30 de noviembre), muchas calles siguen con barro y lodo. Garajes anegados, basura que se acumula en las calles. El hedor es irrespirable.
Todo son promesas por parte de la Administración, tanto central como autonómica, pero las ayudas no llegan con la celeridad que serían necesarias.
Un vídeo de una mujer de Catarroja colgado en este mismo periódico mostraba la situación de este pueblo valenciano arrasado por la dana un mes después de la tragedia. La situación sigue siendo dantesca. Cortes de luz por la noche, parques destruidos, coches abandonados en las calles, colegios e institutos que continúan cerrados,…
Mientras se suceden las manifestaciones para pedir la dimisión de Carlos Mazón, hoy la líder del PSPV Diana Morant en el congreso de Sevilla planteaba una moción de censura con Vox con el objetivo de convocar elecciones anticipadas.
Aunque no parece dispuesto a dimitir, todo ha quedado en una pequeña remodelación del Consell, Mazón tiene cada vez más complicada su continuidad al frente de la Generalitat Valenciana, tras su gestión de la dana. La pelota está ahora mismo en el tejado de Vox. Los votos de la izquierda no suman para que prospere una moción de censura, son necesarios los votos de Vox que hasta el momento no se ha pronunciado sobre esta posibilidad, pese a criticar la gestión de Carlos Mazón.
Dudo mucho que los de Abascal voten de la mano de los socialistas valencianos y Compromís ante la posibilidad de un nuevo gobierno de izquierdas. Vox seguirá apoyando al PP en la sombra ante el escenario de una repetición electoral. A lo más que llegarían -entiendo- es a apoyar una moción de censura con un nuevo candidato. Solo por cálculo electoral, ni al PP ni a Vox le interesa en las actuales circunstancias ir a unas nuevas elecciones.