Ha tenido que pasar 53 años para que Las Palmas sepa lo que es salir victorioso frente al Barça en su campo. Más de medio siglo y en un día especial para el conjunto culé, pues estaba de celebración por su 125 aniversario. Aguó la fiesta el conjunto amarillo y Diego Martínez se consagra como el entrenador de moda de La Liga al conseguir su cuarta victoria en los seis partidos que ha dirigido a la UD.
Sandro y Fabio Silva fueron Gilberto y Mamé León. Dos estrellas actuales que emularon a las leyendas de antaño con sus goles para vencer al líder del campeonato. Dos tiros cruzados jugando a la contra con la que no le pesa competir a Las Palmas. Una muesca más de recursos de los amarillos que aguantaron el 1-2 perdiendo tiempo para alargar la última media hora de encuentro.
Se despega de esta forma la Unión Deportiva de la zona de descenso y afrontará el encuentro frente al Valladolid el próximo sábado con mayor respiro. Todo ello sin Essugo sobre el campo y apostando por Fabio Silva y Álex Suárez, que no se perderán el choque al no ver la tarjeta amarilla.
Determinante en las dos áreas
Había avisado en la previa Diego Martínez que su equipo iba a tener que estar muy acertado en las dos áreas para poder sacar algo positivo de su visita a Montjüic. No solo acertado en su propia área, que es donde más sufren los amarillos, sino que las que tuvieran en el campo contrario intentaran influir en el control del balón, empujar a los blaugranas de alguna forma a sus propios dominios si detectaban la soltura insular.
Así lo llevó a cabo la UD en la primera parte. Llevando el peligro sobre el marco de Iñaki Peña principalmente por la banda derecha, donde Sandro estaba volviendo loco a Balde y a Iñigo Martínez cuando se desplazaba para cubrir el espacio que dejaba el lateral.
Generó de esta forma la más clara que tuvo Las Palmas al comienzo del choque, cuando Ramírez hizo un amago con su cuerpo en la línea del centro del campo y tras zafarse de la marca de Iñigo, corrió 50 metros para llegar cansado área catalana, lo que provocó que el centro no fuera del todo certero y Cubarsí evitara el gol amarillo.
El central azulgrana también le echó el cerrojo en el minuto 10 cuando volvió a poner su cabeza a un remate de McKenna y que Silva no acertó a conectar. Estaba atenazando la UD al líder de LaLiga y no estaba sufriendo en la parcela de Cillessen salvo algún centro llovido en el rectángulo que no conllevaba ningún peligro.
Conseguía frenar al Barça con un 4-4-2 en el que Javi Muñoz, que entró en el once titular en detrimento de un Essugo que incluso se quedó fuera de la convocatoria para resguardarse de cara al choque con el Valladolid, era el mediocentro que iba a la presión de Cubarsí o Iñigo.