La expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, acude al congreso del PSOE en Sevilla como invitada y con ganas de hablar. Nada más llegar ha sido rodeada en dos ocasiones por numerosas cámaras de televisión y compañeros de los distintos medios de comunicación y ha lanzado varios mensajes, sobre la situación «complicada» en la que llega el partido, acerca de Valencia, del episodio de Juan Lobato en Madrid y, por supuesto, sobre la crisis en Andalucía y el liderazgo de Juan Espadas.
«A mí me toca estar chupando banquillo pero soy muy joven», ha asegurado Díaz, que es senadora y participa en numerosas tertulias de televisión y radio. La exlíder andaluz acaba de cumplir 50 años y ha dejado claro que está en activo para próximas etapas. Eso sí, “la pantalla andaluza ya pasó”, señaló tajante. “Es verdad que a lo mejor si tuviera otras posiciones, pues seguramente tendría otra capacidad de juego. Pero soy joven, tengo solo 50 años o 10 lustros, que queda mejor. Y bueno, ya está, más adelante hay más. Hay veces que te toca chupar banquillo y hay veces que te toca jugar por la banda. Y a mí muchas veces me ha tocado rematar gol”, aseguró.
Renovación andaluza
Tampoco quiso referirse expresamente a Espadas y a la petición de los críticos, muchos susanistas, para que haya un relevo en el próximo congreso regional, que se celebrará pronto y se convocará el lunes, justo tras cerrarse la cita federal. “Quiero ser respetuosa”; aseguró, aunque pidió que el PSOE de Andalucía sea “un partido habitable”, “respirable”, donde no se orille “el talento” y donde todos los militantes tengan cabida independientemente de a quien apoyen. “Yo muchas veces he hablado y me ha caído una manta de palos”, señaló.
«Hemos pasado momentos de mucha tensión, se ha pasado mal por distintas circunstancias. Y es evidente que de eso todos lo traemos en el cuerpo«, señaló Díaz, en referencia a la cascada de frentes judiciales que rodean al Gobierno de Pedro Sánchez y que han ido a más desde que se convocó la cita socialista el pasado mes de septiembre. «Cuando el congreso se convocó no estaban previstos los días tan malos que hemos pasado, días muy complicados en los que los militantes han sufrido», señaló. Díaz aseguró que el recién dimitido líder del PSM, Juan Lobato, es «un buen compañero, una buena persona y un chaval decente y honesto» aunque admitió que no ha entendido su estrategia de acudir a un notario sobre la filtración de datos de la pareja de Isabel Diaz Ayuso, que confesó un fraude fiscal.
«Veía ayer llorar a la alcaldesa de Paiporta y pensaba, todos hemos fallado. Los ciudadanos están como están con nosotro, con los políticos en general, que nos hemos convertido en el principal problema de los españoles», reflexionó Díaz, que volvió a dejar clara su posición discrepante con la dirección federal sobre la financiación autonómica.