Bajo el lema “mejor prevenir que litigar”, el Colegio de Abogados de Balears volvió ayer a abrir sus sedes para atender a los ciudadanos, de forma gratuita, que buscan un consejo legal de un profesional de la abogacía para resolver un determinado problema. Ayer fue la 19 edición de esta iniciativa, con la que se pretende, sobre todo, potenciar lo que se denomina la abogacía preventiva, es decir, buscar un acuerdo, en lugar de acudir directamente al juzgado, lo que puede ahorrar tiempo y dinero.
Este año fueron más de 60 los letrados que participaron en esta iniciativa. Son juristas de diferentes especialidades y en función del tipo de consulta, los ciudadanos fueron atendidos por un abogado experto en la materia. Atendieron a más de 350 personas.
En las ediciones anteriores fueron los conflictos de familia los que más peticiones de asesoramiento generaron. Este año, en cambio, los ciudadanos se han mostrado más interesados en recibir un consejo legal sobre los problemas que está generando la vivienda en Mallorca. Son consejos que reclaman tanto los inquilinos, que quieren conocer cuáles son sus derechos, como los propietarios, que buscan una protección ante la posibilidad de que no cobren el alquiler.
Martín Aleñar, el decano de los abogados, defendió el compromiso de la institución colegial en ponerse al servicio de los ciudadanos. Defendió que estas jornadas de asistencia gratuita se han consolidado y que cada año son más las personas que solicitan una cita previa, porque tienen un problema legal, o una duda, y buscan a un experto jurista que les pueda indicar el camino que deben seguir para encontrar una solución.
Aleñar señaló que existe un gran compromiso por parte de los letrados en Baleares para ofrecer este servicio y señaló que en esta jornada, más que conseguir una solución inmediata a un problema determinado, lo que se hace es ofrecer una orientación legal al ciudadano que solicita este asesoramiento. Señaló que siempre un consejo legal a tiempo evita un problema mucho más grave. “Hay que reconocer el valor de un buen consejo legal porque puede evitar la pérdida de dinero y, sobre todo, muchos disgustos”.
Los ciudadanos que participan en estas jornadas plantean cuestiones de todo índole, como por ejemplo conflictos familiares, temas de arrendamientos, dudas bancarias o problemas laborales, entre otros. Y en todos ellos los abogados les recuerdan a estos ciudadanos que, en los casos donde no hay más remedio que acudir a los tribunales, tienen derecho a ser asistidos por un letrado de oficio. Martín Aleñar considera que hacerle una consulta a un abogado particular siempre es una inversión barata, porque el consejo que ofrece después puede ahorrar mucho dinero. “Es el dinero mejor invertido. Para poner un ejemplo, un contrato mal redactado puede llevar después a un conflicto muy grave y muy costoso. Pagar a un abogado por una consulta, al final, siempre es barato”, señaló.
Rafael Dalia es italiano y fue uno de los ciudadanos que se acercó a la sede del Colegio de Abogados de Palma en busca de un asesoramiento laboral. Como representante de sus compañeros, en una empresa de asistencia telefónica, quería conocer qué pasos debía dar ante el incumplimiento de los compromisos. Los letrados le indicaron la posibilidad de denunciar los hechos ante la inspección de trabajo y si no había respuesta, acudir después a los juzgados. Rafael se mostró muy satisfecho de los consejos recibidos.
La misma satisfacción tenía Josefina Martín, que acudió en busca de un consejo porque sufre un problema con el pago de una hipoteca cuya coste, después de la muerte de su marido, lo asume ella en su totalidad. Debido a que su esposo sigue apareciendo en la documentación, la mujer no puede vender su casa y por eso acudió a un abogado para que le indicara una solución.
Suscríbete para seguir leyendo