Conforme pasan los días van conociéndose nuevos datos meteorológicos del día 29 de octubre que ilustran la magnitud del episodio de lluvias que acabó con la vida de más de 220 valencianas y valencianos. La Agencia Estatal de Meteorología Aemet ha publicado este viernes un informe en el que explica, con carácter técnico, “un episodio extraordinario de precipitaciones provocando acumulados históricos en la C. Valenciana”.
“Aunque aún es pronto para analizar en el contexto climático la posición en el ránking que ocuparía esta situación en cuanto a precipitación acumulada alcanzada y los impactos ocasionados, en comparación a situaciones anteriores históricas, hasta ahora todo apunta a que es la mayor riada provocada por una dana en el siglo XXI en nuestro país, comparable con otras históricas sucedidas en la Comunitat Valenciana durante las décadas de los años 50 y 80 del siglo pasado”, señala.
El evento se desencadenó debido a la presencia de una dana localizada en el entorno del Estrecho de Gibraltar que forzó al desarrollo de bajas presiones en superficie hacia el sur peninsular y que contribuyó a la canalización de un intenso flujo del este desde el mar Mediterráneo hacia la fachada oriental peninsular. La confluencia de estos factores favoreció la organización de importantes sistemas de precipitación que se mantuvieron estacionarios gran parte del día en zonas de las provincias de Valencia, Cuenca, Albacete y Murcia.
Sobre el interior de la provincia de Valencia se formaron “varias estructuras precipitantes, de tipo tren convectivo (tormentas que se desplazan en línea, una tras otra sobre una misma área durante un intervalo temporal largo), afectaron a la Comunitat Valenciana, en concreto a gran parte de la provincia de Valencia, y a la zona de la sierras de Alcaraz y Segura del Sur, en la provincia de Albacete”.
Registros extraordinarios
Este fenómeno se tradujo en registros inéditos en muchos casos, que provocaron desbordamientos y llevaron a embalses al límite, como los de Forata y Buseo. Para elaborar el mapa que ilustra esta noticia Aemet ha utilizado 550 datos de la Comunitat Valenciana y provincias limítrofes (Tarragona, Teruel, Cuenca, Albacete y Murcia). En 56 de ellos se registraron ese día más de 200 litros.
Sin embargo, las lluvias se concentraron de manera torrencial y en pocas horas en puntos críticos de la orografía valenciana. Por concretar, una veintena de estaciones de control pluviométrico registraron precipitaciones de más de 500 litros por metro cuadrado. Y en un muchos casos, en un breve intervalo de tiempo. El máximo de ese día lo registra Turís (Ribera alta), donde cayeron en 24 horas 784,7 litros.
Lluvias en la cabecera del Poyo
En realidad, sobre Turís, que alimenta el barranco de Gallego, que acaba unido al del Poyo, el cielo se desplomó. Ese día estuvo lloviendo catorce horas, pero llegaron a caer 184 litros en una hora; 102, 8 en 30 minutos; o 42 litros en 10 minutos. Entre las 15:30 y las 19:30 horas, se acumulaba en Turís precipitación a un ritmo de 20 l/m2 cada 10 minutos, con picos de más de 40, según información facilitada por la Aemet.
La cuestión es que la situación de Turís no fue aislada. Uno de los anexos del Plan Especial de Inundaciones de la Generalitat incorpora un esquema de la cuenca del barranco del Poyo. Es decir, que señala los municipios de riesgo. Y en todos ellos, las precipitaciones fueron extraordinarias: tanto Turís, Montserrat y Godelleta, del barranco Gallego, que desemboca en el Poyo; como en Buñol, Chiva y Cheste, en la parte alta del Poyo, antes de llegar a l’Horta Sud.
Todos los municipios citados aparecen entre la veintena de estaciones con mayores acumulados ese día, de más de 500 litros: además de Turís, la estación de Godelleta-Yegüera (Sisritel) recogió 761 litros; la de Chiva-el pontet (Sisritel), 656; la del barranco Hondo de Cheste (Sisritel), 585; la de Aemet de Buñol, 539; la del CHJ de Chiva, 504.
La diferencia con 1957
Los expertos de Aemet también ilustran con datos las diferencias con otros episodios torrenciales históricos y dramáticos. En la riuà de 1957, por ejemplo, se dio una doble avenida, con dos días de lluvia. La primera oleada de llegó la madrugada del día 14 de octubre, por las lluvias torrenciales del 13 en el interior norte de la provincia (más en la Calderona, con las crecidas del Turia y el Carraixet). Con la primera avenida no llovía en la ciudad. La segunda avenida llegó con precipitaciones más litorales. En la segunda avenida del Turia del 57 hubo lluvia torrencial en la capital a mediodía. En este caso, todo el episodio de precipitaciones se ha producido en el interior, y en menos horas que en 1957, cuando la lluvia estuvo repartida en dos días.
Un ultimo dato ilustra esta diferencia, y la concentración de precipitación en el interior. El 29 de octubre, el sensor del aeropuerto de Valencia apenas recogió 14,6 litros por metro cuadrado. En Valencia y su área metropolitana, la sensación que ha quedado de ese día es que no cayó ni una gota. A veinte kilómetros de distancia hacia el interior, se captaron los casi 800 de Turís. Lluvia torrencial y concentrada en pocas horas que agravó la virulencia de la riada.