Frigorífico, horno, lavadora, secadora, lavavajillas, monitor del ordenador… hoy en día no concebimos nuestras casas sin estos electrodomésticos que nos facilitan las tareas domésticas y nos ahorran tiempo. Sin embargo, son estos mismos aparatos (y diferentes dispositivos electrónicos, claro) los responsables directos de la mayor parte del consumo eléctrico de nuestro hogar.
Reducir el consumo de energía aún de los electrodomésticos en casa es posible
Y es que reducir el consumo de energía a través de electrodomésticos eficientes es uno de nuestros grandes retos como sociedad. No solo por el ahorro económico que supone, sino también por nuestro deber y compromiso con el medioambiente y la salud del planeta.
Debemos tener en cuenta que, de manera habitual, que estos aparatos suponen casi el 60% de la factura eléctrica de una vivienda, por lo que no es mala idea plantearnos un cambio.
En la cocina, por ejemplo, están la vitro, el horno, el microondas, el termo, la lavadora, la secadora y hasta la tostadora. Pero junto a ellos, hay otros elementos que nada tienen que ver. Son electrodomésticos que gastan muy poco y que debemos seguir teniéndolos en cuenta.
Si estás pensando en cambiar alguno o acabas de llegar a tu nuevo hogar, te vamos a contar algunos puntos interesantes sobre eficiencia energética en electrodomésticos para que lo tengas todo claro. A veces, comparar algunos modelos e invertir un poco más de presupuesto en uno de menor consumo es la mejor idea.
Cómo saber la eficiencia energética de un electrodoméstico
La eficiencia energética, como ya hemos visto, nos ayudará a reducir el consumo de energía y a proteger el medio ambiente. Por lo tanto, si estamos buscando electrodomésticos de bajo consumo debemos fijarnos en el etiquetado, ya que existe un diseño común para todos los países de la Unión Europea que nos permite identificarlos.
A partir del año 2004, se obligó a todos los fabricantes a incluir información sobre el consumo y otros aspectos en estas etiquetas energéticas. Algunos de los elementos habituales son los siguientes:
- Marca y modelo del producto.
- Clasificación de la clase energética. Se identifican a los electrodomésticos de bajo consumo con siete clases energéticas, marcadas con letras y colores para distinguirlos fácilmente.
- Consumo de energía anual, medido en kilovatios hora (kWh)
- Nivel sonoro (en decibelios, dBA). La contaminación acústica también se tiene en cuenta a la hora de establecer el etiquetado energético de los electrodomésticos.
- Aspectos propios del aparato. Desde el factor de eficiencia energética estacional en dispositivos destinados a la climatización o el agua que consume una lavadora, hasta la capacidad en litros de los frigoríficos.
Son varios los electrodomésticos que deben ir marcados con esta etiqueta, de manera claramente visible cuando se encuentren a la venta:
- Secadoras
- Neveras
- Congeladores
- Aires acondicionados
- Televisores y pantallas
- Lavadoras
- Lavavajillas
- Hornos eléctricos
- Lámparas y bombillas
¿Cuáles son los electrodomésticos que consumen menos?
De este modo, y también por medio de la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, nos indican que de todos los electrodomésticos que disponemos en casa, el que menos energía consume sería el aspirador, con un gasto 42 kWh al año de media, suponiendo 1 hora de uso a la semana. Esto correspondería al 1,2% del consumo total en un hogar medio que gasta unos 3.500 kWh por año. Este consumo puede suponer una factura de unos 12,5 euros al año.
Seguidamente encontramos el monitor del ordenador, con un consumo de 48 kWh anuales, suponiendo 9 horas de uso diarias, lo que sería un 1,4% del total de la casa, equivaliendo a unos 14 euros anuales.
Y, en tercer lugar, la plancha, con 135 kWh anuales, suponiendo 1 hora de uso a la semana; 3,9 % del total de la casa, lo que equivale a unos 41 euros anuales.
La tostadora, con un consumo promedio de unos 30 kWh al año. De esta forma derribamos el mito que sostiene que este electrodoméstico es de gran consumo.
Otro de los tradicionales electrodomésticos que suelen ser considerados como de alto consumo es el microondas. Sin embargo, su utilización para tareas cotidianas, como calentar una taza de leche o de agua, consume tan solo unos 13 kWh. Nuevamente, vale aclarar que siempre estamos hablando de usos cotidianos y hogareños.
Por último, la nevera cierra el grupo de los electrodomésticos con menor consumo de energía. Aparato indispensable en todo hogar, su consumo ronda los 100 kWh al año y muchos modelos, sobre todo los de los últimos años, cuentan con modo de ahorro de energía y similares.