1. Ángel Correa
  2. Marcela Martínez
  3. Una familia marcada por la tragedia

Ángel Correa, atacante del Atlético de Madrid y campeón mundial con la selección de Argentina, va más allá de ser solo un brillante jugador de fútbol. Es un emblema de perseverancia, habiendo vencido diversas adversidades personales desde una edad precoz. Su relato se caracteriza por el amor y la dedicación de su madre, Marcela Martínez, así como por las memorias de su padre, también conocido como Ángel Correa. 

Ángel Correa

El padre de Ángel Correa, también conocido como Ángel, desempeñó un papel crucial en los primeros años del futbolista. A pesar de que la información acerca de su vida es limitada, es conocido que la familia Correa residía en el modesto barrio de Las Flores, en Rosario, Argentina.

El pequeño Ángel fue anticipado por la tragedia. Al tener solo 10 años, su padre murió, dejando a la familia en una intensa tristeza y lidiando con serios problemas económicos. Este instante señaló el comienzo de una fase particularmente difícil para el joven futbolista, que desde su infancia tuvo que tomar responsabilidades para asistir a su madre y a sus hermanos.

No solo la repercusión de esta pérdida fue emocional, sino también a nivel práctico. Ángel empezó a entender la crudeza de la vida desde su infancia, lo que lo motivó a esforzarse aún más en su anhelo de convertirse en futbolista profesional, como un medio para honrar la memoria de su padre y mitigar el peso de su familia.

Marcela Martínez

Marcela Martínez, la madre de Ángel, ha representado el núcleo y el soporte de la familia Correa. Después de perder a su marido, Marcela tuvo que afrontar el reto de criar a sus hijos por sí misma en un ambiente repleto de dificultades. De acuerdo con lo expresado por Ángel, su madre experimentó un gran dolor, no solo por la pérdida de su esposo, sino también por la pérdida de uno de sus hijos años más tarde.

Ángel ha narrado cómo, desde su juventud, comprendió la envergadura de los sacrificios de su madre. Al empezar a ganar dinero a través del fútbol, le daba a Marcela su salario completo para poder sostener a la familia. Esto demuestra el intenso cariño y agradecimiento que siente hacia ella, quien siempre se aseguró de que sus hijos tuvieran lo necesario para enfrentar las circunstancias.

Marcela no solo representó una madre combativa, sino que también fue un estímulo para Ángel. Él mismo ha declarado que su meta principal en la vida es verla contenta y retribuirle todo el dolor que ha padecido. «Mi madre es lo más preciado que poseemos», ha declarado en diversas entrevistas, destacando la posición privilegiada que tiene en su corazón.

Desafortunadamente, la vida ha vuelto a impactar a Ángel recientemente. La muerte de su madre, Marcela, ha representado un severo impacto para él y su familia. Esta pérdida, sucedida en 2023, evoca los retos emocionales a los que el futbolista ha lidiado durante toda su existencia.

Una familia marcada por la tragedia

El relato de Ángel Correa también abarca el trágico fallecimiento de su hermano a la edad de 12 años. Estos sucesos, sumados a los problemas económicos, forjaron su personalidad y su resolución. Ángel ha valorado la importancia vital que tuvo su padrino en su vida, al ser un referente de respaldo constante que lo motivó a seguir con su estudio y lo asistió en cubrir necesidades como ropa y botines de fútbol.

Pese a las adversidades, Ángel siempre ha demostrado un fuerte vínculo con su familia. Durante su trayectoria profesional, ha hecho todo lo que esté en su poder para mejorar la vida de sus seres queridos, garantizando que su madre y sus hermanos pudieran gozar de una estabilidad que anteriormente parecía inalcanzable.

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