La movilidad en ferrocarril y carretera quedó paralizada por las inundaciones registradas durante el 29 de octubre debido a la dana. Valencia y su área metropolitana y poblaciones de la Ribera, Buñol, Requena-Utiel y los Serranos quedaron incomunicadas y aisladas debido a las barrancadas de las ramblas del Poyo y la Saleta y el desbordamiento del río Magro tanto en su curso alto como en su desembocadura en el Xúquer, con graves afecciones al municipio de Algemesí.
Entre los cortes de carreteras, puntos neurálgicos como el baipás de Valencia o la autovía a Picanya y Torrent, donde colapsaron sendos viaductos sobre el barranco del Poyo. La Pista de Silla, la V30 y la A-3 también quedaron enfangadas y repletas de coches arrastradas por la corriente. Hasta 18 carreteras autonómicas sufrieron cortes de tráfico y tramos de la N330 o la N332 quedaron gravemente afectados. Todas, excepto la autovía de Torrent, se han reabierto al tráfico. Más lenta será la reapertura de la red de Metrovalencia (fundida a negro por la desaparición del puesto de mando, que se reabrirá el 6 de diciembre y permitirá recuperar el tráfico en València) y las Cercanías a Xàtiva-Moixent y Gandia, que se espera reabrir el 22 de diciembre.
Imágenes que dan la vuelta al mundo
El 30 de octubre, la zona cero despertó para descubrir, a la luz del día, lo que de noche ya se intuia: calles inundadas, llenas de barro y coches arrastrados por el agua en Sedaví (1). La reconstrucción comenzó por las necesidades más urgentes y con la ayuda de miles de personas voluntarias, en una oleada solidaria sin precedentes. Calles, bajos, garajes y comercios recibieron la ayuda de miles de manos para retirar barro y enseres. Benetússer la noche de la dana (4). Durante un mes, se han sucedido las muestras de solidaridad, las visitas de los Reyes a Chiva (3) y los homenajes, como el celebrado en un Mestalla emocionado (2). Mientras, las localidades afectadas por la dana siguen reconstruyendo espacios y puentes como en Picanya (5), el más largo de España.