Las brutales consecuencias de la DANA en Valencia, que deja al menos 222 muertos y miles y miles de afectados, y la batalla política que se ha desatado a cuenta de la gestión de la emergencia, han dejado en segundo plano un hecho difícilmente rebatible: la alerta masiva para avisar a la población de la riada que se venía encima llegó demasiado tarde. Justo un mes después, a las 20:11 horas del 29 de noviembre, el estridente pitido ha vuelto a sonar en multitud de teléfonos valencianos, agitando recuerdos angustiosos de aquella noche. En esta ocasión el emisor no ha sido Protección Civil, sino cientos de personas que voluntariamente lo han reproducido en sus móviles en señal de protesta por aquella tardanza.