El pasado miércoles, 27 de noviembre, Gabriel Rufián pronunciaba un discurso sobre los bulos y la desinformación en la última sesión plenaria celebrada en el Congreso de los Diputados. El portavoz de Esquerra Republicana señalaba directamente a Pablo Motos e Iker Jiménez, muy señalado por la cobertura de Horizonte sobre la DANA. Ahora, el presentador ha tirado de chulería para responder al catalán.
Rufián arrancaba haciendo referencia al primer bulo de la historia televisiva española, protagonizado en 1999 por Ricky Martin, un perro, una niña y un tarro de mermelada. Entonces, el político hablaba de las «diferencias» y «similitudes» entre las mentiras de aquella épocas y las mentiras de ahora: «Ya no solamente estamos hablando de un bulo o una mentira, sino que almorzamos, comemos, cenamos mentiras y bulos que ya no hacen tanta gracia».
«Aún hay gente que dice que son ciertas, que dicen que son ciertos los bulos. Y también, sobre todo, que ya no solo se ven en la tele, en un programa de prime time, sino que se ven en un móvil, en una red social, en canales de Telegram con miles de personas que aseguran que aquello es cierto», continuaba el catalán. En referencia a la situación que se vive en pleno siglo XXI, en la era de las fake news, el político afirmaba que «hay muchísima gente que aún sabiendo que es mentira se lo quieren creer»: «Porque hoy, señorías, hay algo más poderoso que la verdad, que es el sentimiento. Aún hay algo más poderoso que la certeza o los datos y son las ganas de creértelo«.
Y cuando todo apuntaba a que sus referencias al mundo televisivo habían acabado, Rufián ponía el foco directamente sobre dos presentadores de nuestra parrilla: «Hoy, la realidad en este país ya no te la explica Balbín o Carlos Llamas, te la explica Pablo Motos o Iker Jiménez. Esa es otra diferencia muy importante», sentenciaba. Un día después, el de Horizonte utilizaba sus redes sociales para responder, algo que hace habitualmente para afrontar las polémicas.
«Amigo Rufián, un abrazo muy fuerte, campeón. Siempre tan pendiente de nosotros y a mí eso me encanta. Es más, cuando quieras, te invito a Horizonte. Evidentemente, en la época de la Cadena SER, conocí a Carlos Llamas. Recuerdo alguna noche en la que me contaba cómo le gustaba lo que hacíamos. Es anómalo para ti, seguro», decía en un vídeo publicado en X. Además, el presentador aseguró que se estuvo escribiendo con la esposa de José Luis Balbín: «Qué sorpresa más bonita, el maestro Balbín era un gran seguidor de Horizonte«, desveló el rostro de Cuatro.
Estimadas señorías, mañana les invito a ver #Horizonte pic.twitter.com/WJdisBiPWl
— Iker Jiménez (@navedelmisterio) November 27, 2024
Así empezaba el discurso de Rufián: las referencias a Sorpresa, ¡Sorpresa!
Gabriel Rufián iniciaba su intervención este miércoles en el Congreso dejando claro que «lo de las mentiras, lo de los bulos, lo de venir aquí y mentir o que se mienta en este país o en el mundo no es algo nuevo«, pero inmediatamente iba a ser más concreto. El de Esquerra Republicana se refería entonces al que fue uno de los primeros bulos de la historia de España. Ocurrió en el año 1999 y los protagonistas fueron Ricky Martin, un perro, una niña y un tarro de mermelada. Según cuenta la leyenda, el programa Sorpresa, ¡Sorpresa! invitó al cantante para sorprender a una joven saliendo del armario de su habitaciónl, pero tuvo la emisión tuvo que interrumpirse debido a que cuando entró en la habitación se encontró a la chica con mermelada untada en la entrepierna esperando que su perro la lamiera. Esto nunca ocurrió, pero muchos afirmaron verlo, llegando a hacer dudar hasta al propio director del formato, Giorgio Aresu.
Con este ejemplo, Rufián proseguía su discurso en el Hemiciclo: «Si yo les digo aquí: Ricky Martin, Sorpresa, ¡Sorpresa!, mermelada, armario. Saben de qué les hablo, ¿verdad? Lo saben, espero que lo sepan. De aquello ha pasado ya 25 años. Fue un bulo, y era una mentira que duró años. Había gente que juraba y perjuraba que era cierto, que lo había visto y nos hacía medio gracia, eran medio inofensivas. 25 años después, ¿cuales son las principales diferencias?», se preguntaba.