Mucho se ha escrito sobre el dolor y la muerte, pero sucesos tan trágicos y estremecedores como los de Valencia, por los efectos de la dana, ponen nuevamente las preguntas en el candelero: ¿por qué el sufrimiento?, ¿por qué el dolor y la muerte de personas inocentes?, ¿dónde estaba Dios? Incluso se da la paradoja de ateos que le echan la culpa.
A estas preguntas, partiendo de la base de que nos encontramos ante un misterio, trata de responder el filósofo, teólogo y poeta José Miguel Ibáñez Langlois (Santiago de Chile, 1936), en su último libro (Por qué sufrir. Ed. Rialp, Madrid, 2024, 274 págs.). El texto tiene como subtítulo El sentido trascendente del dolor.
Después de plantear la cuestión, el autor expone lo que han dicho algunos pensadores, sobre todo los estoicos, y algunos líderes religiosos, como Buda, etc. En los siguientes capítulos, se centra en la perspectiva cristiana, porque solo la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo y sus enseñanzas arrojan algo de luz sobre el misterio del sufrimiento y de la muerte, que nunca deja de serlo.
Las consideraciones del escritor se enriquecen con numerosos ejemplos, con abundantes citas de autores muy variados y también con fragmentos poéticos relacionados con lo que está exponiendo. Además, ofrece consejos prácticos para afrontar la enfermedad, la vejez, las dificultades graves o leves que nunca faltan en la vida de cada persona. No obstante, no estamos ante un texto de autoayuda, sino ante una reflexión completa y ponderada.
Como señala Ibáñez Langlois en la conclusión, se trata de un esbozo de respuesta de la gran pregunta que plantean estas páginas. Del por qué sufrir se ha desprendido, a su vez el cómo sufrir en los trances más amargos de la vida.
Un libro valioso y recomendable tanto a personas creyentes como a no creyentes, escrito con buena prosa y con rigor expositivo.