El exviceministro venezolano Nervis Villalobos ha acusado en el Congreso al juez Juan Carlos Peinado, el mismo que investiga a la esposa del presidente Pedro Sánchez, de vulnerar sus derechos, bloqueando cinco años sus cuentas bancarias y teniéndole trece meses en prisión provisional, y cree que lo hizo por colgarse «medallas» ante el Gobierno del PP por ser un antiguo cargo del chavismo.
Villalobos fue citado este jueves por PSOE y sus socios ante la comisión de investigación de la llamada ‘Operación Cataluña‘ porque el comisario Marcelino Martín Blas, que fue jefe de Asuntos Internos de la Policía en el Ministerio del Interior del primer Gobierno Rajoy, dijo que había sido encarcelado por el juez Peinado y después una sentencia del Tribunal Constitucional le acabo dando la razón.
En su comparecencia, Villalobos ha explicado que, tras ser cesado por Hugo Chávez hace casi 20 años, se dedicó a ejercer de consultor para multinacionales de distintos países, también en España, donde reside desde hace una década, y tenía cuentas en la Banca Privada de Andorra (BPA) y en el Banco de Madrid, entonces su sucursal española, además de alguna cuenta más en Luxemburgo y en Liechtenstein.
Agente 111.129
A su juicio, fue por tener cuentas en la BPA por lo que le contactó el policía Bonifacio Díaz Sevillano, vinculado a la ‘policía patriótica‘ para ver si podía ofrecer datos sobre el dinero que la familia Pujol tenía en Andorra, pero él dijo que no y después acabaron creando «causas falsas» contra él. «Yo he sido un daño colateral de la ‘Operación Cataluña», ha dicho.
Esgrimiendo un informe de Estados Unidos, su nombre aparece en los medios como acusado de blanquear dinero en España, de tener 50 millones en Banco Madrid, «cuando no tenía ni cinco», lo que le lleva a cuestionar también los informes de la UDEF que, según ha dicho, eran todos «mentira». Además, cree que en todas sus causas participó el agente 111.129 –que va a ser citado a comparecer ante la comisión de investigación–, cuya identidad ha dicho desconocer pero a quien señala por manipular esos informes.
Además, se ha quejado de que sus declaraciones en el juzgado eran inmediatamente filtradas a la prensa y que algunos periodistas con los que habló le dijeron que «los titulares» los ponía «la Fiscalía y la Policía».
«Un paraíso» si se prestaba a mentir
El fiscal José Grinda, de Anticorrupción, le pidió que cooperase como testigo de cargo contra el Banco de Madrid y Duro Felguera, pero él dice que no tiene nada que aportar y que no va a «inventarse» lo que no sabe. Le llegaron a ofrecer la nacionalidad, protección y «un paraíso en España» si era capaz de «mentir sobre la Banca Andorrana y Duro Felguera», ha apuntado.
Según su relato, al negarse a colaborar, el fiscal «perdió el control, dio dos puñetazos en la mesa», le dijo «aténgase a las consecuencias» y le amenazó: «Va a terminar en la cárcel«. Y pasó de testigo a investigado (febrero de 2016) y de ahí a la cárcel, donde pasó trece meses en prisión provisional hasta que la Audiencia provincial le excarceló y el TC le acabó dando la razón. Precisamente en la cárcel de Soto del Real conoció a Jordi Pujol hijo, investigado por los papeles de Andorra.
El fiscal Grinda fue quien pidió su detención y la de su esposa, aunque en un primer momento la juez Carmen Lamela de la Audiencia Nacional lo deniega. Pero ella se inhibe y la Policía pasa el caso al Juzgado 41 de Madrid, el de Peinado, que bloqueó sus cuentas y ordenó su detención.
«No sé cómo llega al juez Peinado. Lo que sí creo, a mi humilde entender, es que el juez instructor es el que debe proteger los derechos de todas las personas que están involucradas en una investigación y le voy a decir que conmigo no lo hizo», ha señalado.
Su abogado, imputado para «debilitarle»
A Peinado le acusa de bloquear todas sus cuentas durante cinco años; de negarle el disponer de ese dinero para pagar el colegio de su hijo menor, aun contando con el visto bueno de la Fiscalía; de atribuirle su presencia en una denuncia en la que no figuraba; de imputar a su letrado para debilitar su defensa; y de mantenerle trece meses en prisión provisional negando todas las peticiones de puesta en libertad.
El ingeniero venezolano declara haber sufrido «nueve años de calvario» que no se han concretado en ninguna condena y con la mayoría de las causas archivadas. «Fue toda la fuerza del Estado contra una persona», se ha lamentado.
Al ser preguntado por qué cree que le trataron así, Villalobos sólo tiene una posible respuesta: «Medallas«. «Todo lo que se me viene a la mente siempre han sido medallas. Tal vez era un viceministro que había que construir como un chavista corrupto y ladrón, porque eso fue lo que trataron de construir contra mí», ha sentenciado.