Grifols finaliza el año como empezó: con una acusación de falta de transparencia. El fondo canadiense Brookfield retiró su oferta pública de adquisición (opa) este miércoles después de cuatro meses de montaña rusa en las negociaciones por alcanzar un acuerdo que beneficiase tanto a esta firma como a la empresa y a la familia fundadora, que ostenta el 30% del capital de la farmacéutica catalana. Su decisión se sostentó, en gran parte, en los choques continuos con los Grífols, pero también a los obstáculos que ponían a la hora de entregar todas las cifras. Según explica Bloomberg, Brookfield «no estaba recibiendo la información que necesitaba en el examen de los libros de la compañía«, especialmente sobre las operaciones con partes vinculadas para completar su ‘due diligence’. Grifols no había facilitado esta información el 19 de noviembre, cuando el fondo publicó su oferta de 10,5 euros por acción que finalmente sería rechazada por el consejo de administración de la farmacéutica. La compañía catalana desciende cerca del 5% en bolsa este jueves.

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