España tiene de los mejores infectólogos del mundo y, sin embargo, es de los pocos países que no cuenta con una especialidad MIR en Enfermedades Infecciosas. «No hemos podido capitalizar ese rédito, somos huérfanos de especialidad», ha dicho este jueves Climent Casals, presidente de la Societat Catalana de Malalties Infeccioses i Microbiologia Clínica y jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Clínic de Barcelona.
Casals ha estado este jueves en la presentación del nuevo ‘hub’ de enfermedades infecciosas que la empresa Qiagen montará en la antigua fábrica Braun de Esplugues de Llobregat. Con la creación de este centro, que echará a andar a principios de 2026 y dará trabajo a más de 400 profesionales. «Las inversiones en infecciones son muy importantes como sociedad y como país», ha señalado el doctor Casals, quien cree que los gobiernos deben «priorizar» la preparación de la «próxima pandemia«.
«El próximo covid»
«Ahora con el frío volverán las gripes y el covid. Pero las infecciones que nos preocupan son esas que no tratamos en el día a día. ¿Cuál será el próximo covid? Por eso es importante vigilar los potenciales microorganismos que se pueden convertir en virus», ha enfatizado este microbiólogo, quien además ha añadido: «Debemos ser capaces de responder rápido. Preparémonos para el próximo covid».
«Seguramente habrá otra pandemia a nivel respiratorio. Por eso tenemos que seguir invirtiendo», ha dicho por su parte el CEO de Qiagen, Thierry Bernard. En este sentido, Bernard ha señalado, con respecto al covid-19, que todos los gobiernos del mundo barajaban posibles escenarios de una pandemia. «Pero todo eso estaba en un cajón. Y por eso nos vino de sorpresa, lo que es inaceptable», se ha quejado.
Bernard, además, ha mostrado su preocupación por las «resistencias bacterianas», uno de los grandes desafíos de salud pública de estos momentos. «Una de las cosas que sabemos de las bacterias es su capacidad para multiplicarse», ha explicado el doctor Casals. «Los microorganismos ya forman parte de los hospitales. Hay organismos que son resistentes a cada antibiótico que damos. Y esto tiene un coste».
Las predicciones señalan que en 2050 morirán en todo el mundo unos 10 millones de personas por algún tipo de resistencia a los antibióticos. «Tener bacterias multirresistentes es un problema porque alarga estancias hospitalarias y aumenta la mortalidad», ha insistido Casals.