La diabetes y el colesterol LDL o “malo” están directamente relacionados. Así como la diabetes tiende a reducir el colesterol HDL o «bueno», pudiendo causar hipercolesterolemia y triglicéridos altos, de igual modo un perfil lipídico elevado puede aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Lee también
Cuando el cuerpo no tiene la capacidad de responder adecuadamente a la acción de la hormona insulina, los niveles de glucosa (azúcar) en sangre se elevan y esto provoca que el páncreas produzca más cantidad de insulina para disminuir el perfil glucémico.
En consecuencia, dicho desequilibrio causa una alteración en el manejo del colesterol, lo que vuelve más difícil que el colesterol HDL o “bueno” logre su función de ayudar a expulsar el exceso de este lípido.
Por lo general, estas alteraciones metabólicas (diabetes y colesterol) se manifiestan conjuntamente, lo que se conoce como dislipidemia diabética, y aumentan significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Lee también
Cómo se conoce la relación entre diabetes y colesterol alto
La combinación de diabetes y colesterol LDL alto se conoce como dislipidemia diabética: una asociación anormal de lípidos y lipoproteínas plasmáticas interrelacionadas. Esto significa que las personas con diabetes son propensas a hipercolesterolemia, y viceversa.
En consecuencia, algunos estudios han demostrado relación entre la resistencia a la insulina, como precursor de la diabetes tipo 2, y la dislipidemia diabética, la aterosclerosis y las enfermedades cardiovasculares.
Según un informe del World Journal of Diabetes, estas afecciones pueden aparecer incluso antes de que se confirme un diagnóstico de diabetes tipo 2, siendo que la dislipidemia diabética es muy habitual, al punto que afecta aproximadamente al 70% de los pacientes.
Lee también
Qué valor de colesterol NO debes tener si tienes diabetes
El colesterol es una sustancia cerosa, parecida a la grasa, necesaria para que el organismo funcione correctamente.
Es evidente que tener diabetes tipo 2 y colesterol LDL alto aumenta las posibilidades de enfermedades cardiovasculares, sobre todo, infartos. Sobre todo, si la persona mantiene una vida sedentaria o tiene sobrepeso, que son factores de riesgo de ambas afecciones.
Por eso, si tienes diabetes es necesario que tus niveles de colesterol total no superen los 200 mg/dl. Tampoco es conveniente que tu colesterol LDL o “malo” se encuentre por encima de 100 mg/dl y tu colesterol HDL o “bueno” se ubique por debajo de 40 mg/dl.
Por lo tanto, la combinación de un colesterol alto y glucosa en sangre elevada contribuye al estrechamiento o bloqueo de las arterias y, en consecuencia, aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria y una aterosclerosis prematura.
Por lo tanto, es importante prevenir y tratar los niveles de colesterol anormales, evitando especialmente el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas. Otro punto importante es practicar ejercicios físicos regularmente.
Esta información no sustituye en ningún caso al diagnóstico o prescripción por parte de un médico. Es importante acudir a un especialista cuando se presenten síntomas en caso de enfermedad y nunca automedicarse.