Fogonazos de un pleno que casi siempre fue un pleonasmo. De vez en cuando el señor don Nicasio Galván se olvida de su sonrisa de baby killer, sus corbatas maravillosamente planchadas y sus gemelos deslumbrantes y recuerda al público que es de Vox hasta sus almidonadas trancas. Ayer lo hizo varias veces. Tal vez la más divertida fue aquella en la que mencionó a Karl Marx como el padre espiritual del PSOE. Que al señor Galván el PSOE le parezca un partido marxista es una de las pendejadas más divertidas escuchadas en la Cámara en toda la legislatura

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