La Inteligencia Artificial (IA) fue protagonista del XXIII Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) que se celebró este jueves en Palexco, y en la intervención del rey Felipe VI tampoco faltaron mensajes de alerta sobre las nuevas tecnologías, pero también de optimismo de cara al futuro.
Cinco años después de su última visita a A Coruña, cuando presidió el inició del curso universitario 2019-2020, el Rey pidió «estar muy alerta y reflexionar sobre cómo aprovechar bien y a tiempo la IA como herramienta estratégica». Tras enviar palabras de ánimo a los afectados por la DANA de la Comunidad Valenciana y hacer una pequeña introducción en gallego, Felipe VI señaló que existe «una vertiginosa evolución tecnológica» que conduce a sentar las bases sobre «cómo fomentar el uso responsable de las tecnologías».
«Esto implica identificar áreas donde estas tecnologías permitan optimizar procesos, mejorar la toma de decisiones y fomentar la innovación constante», continuó, pero avisó de que las personas deben estar siempre en el centro. «Esta evolución significa transformar estructuras y promover la capacitación del talento humano», expuso el monarca.
Invitó a los directivos y empresarios presentes en Palexco a «velar por el uso responsable de estas tecnologías», la única forma de «mantener la confianza de empelados, clientes y proveedores».
Este impacto de la IA exige, dijo el Rey, «una evolución normativa paralela» para así aprovechar «al máximo» sus oportunidades. Esto permitirá no solo «garantizar la seguridad jurídica» sino también «asegurar la competitividad de la UE en el mercado global».
Sobre España, Felipe VI señaló que «destaca en términos de conectividad» y que, teniendo en cuenta el periodo 2018-2023, «es el cuatro país del mundo receptor de nuevos proyectos de inversión». «Es cierto que debemos seguir avanzando para aumentar la competitividad, pero los pasos que están dando son muy positivos», apuntó, dirigiéndose a los presentes, a los que animó a «permanecer abiertos a las nuevas ideas y aplicaciones como las que facilita la IA».
Para el presidente de la Fundación CEDE, Isidro Fainé, también es clave «mantener a las personas en el centro de la ecuación». Manifestó que actualmente «todo cambia a una velocidad de vértigo», pero la IA ofrece «numerosas posibilidades a las empresas«. «No nos faltan razones para ser ambiciosos y optimistas», proclamó, a la vez que comentó que los jóvenes tendrán «un papel protagonista», de ahí la importancia de «hacer un intercambio de conocimientos entre generaciones». «No podemos perder el talento de la generación mejor preparada de la historia», añadió.
Ante el impacto de las nuevas tecnologías, Fainé apostó por «asumir los riesgos, ser activos y dirigir y gestionar siempre cerca de las personas». Cree que hay que «abrazar la innovación pero preservando los valores humanos y sociales». Aunque para seguir avanzando, declaró, hay que «contar con marcos regulatorios robustos».
También participó en esta clausura de la jornada el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien recordó que A Coruña es sede de la Agencia Estatal de Supervisión de la Inteligencia Artificial (Aesia), algo que se logró tras «aunar voluntades».
Reconoció que la IA «marca un antes y un después, pero no hay que tenerle miedo», sino adaptarse y avanzar «con sentidiño». Rueda prevé que se apruebe próximamente en Galica la que será «la primera Ley autonómica de inteligencia artificial» para que se aplique «como es debido». «Hacer una sociedad gallega más fuerte, más solidaria y más sostenible, todo esto lo puede hacer la IA si está manejada por humanos», concluyó.
