A tres días del Congreso Federal socialista el líder del PSOE-M, Juan Lobato, ha prendido la mecha al no aclarar el papel de Moncloa al enviarle información de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, insinuar que la reacción de algunos compañeros de filas le hacen preguntarse si podrían haberle mentido, y al denunciar un «linchamiento» desde su propio partido.
«Se intenta que parezca que el malo es quien decide hacer las cosas bien»
Lobato, en rueda de prensa en la Asamblea de Madrid, Ha asegurado que si registró ante notario la conversación con Sánchez Acera fue para acreditar que la información de González Amador «no llegaba de la Fiscalía, sino de los medios de comunicación». Pero «vista la reacción» de algunos dirigentes del PSOE, ha seguido diciendo Lobato, «parece como si, de alguna manera, se dudara de la veracidad» de lo que a él le dijeron, esto es, que la declaración del novio de Ayuso provenía de los medios de comunicación.
«No contemplo que eso fuera falso porque, si el origen del documento hubiera sido distinto al que se me dijo, esto hubiera supuesto, además de que se me mintió, que eso es lo de menos, hubiera supuesto un intento de que fuera yo quien hiciera público ese documento con origen posiblemente irregular y con las consecuencias legales y políticas que hubiera tenido para mí y también para el Partido Socialista de Madrid», ha recalcado.
«Al final, es siempre la misma historia: se intenta por parte de unos pocos que parezca que el malo es precisamente quien decide no hacer las cosas mal», ha añadido Lobato, que ha denunciado sufrir un «linchamiento» por parte de dirigentes del PSOE.
tomás gómez, sobre el ‘linchamiento’ a Juan Lobato
Al exsecretario general del PSOE madrileño le resuena esta situación ya que Pedro Sánchez decidió poner fin a su carrera política expulsándole del partido: «Me suena a la era Sánchez, esta es la forma de Sánchez, su forma de hacer política, de imponerse dentro del Partido Socialista, y bueno, y todo el grupo de acólitos, mayoría con intereses, de cargos, de puestos, de ocupaciones, que a la voz de lo que dice el jefe, pues se arman y le siguen a pies juntillas. A mí me parece gravísimo todo esto que está ocurriendo, es decir, ¿qué tipo de organización es esta, es política o es de otro tipo?».
«Yo creo que está condenado», vaticina Gómez sobre el futuro del actual secretario general madrileño. «Yo creo que llega la guardia pretoriana de Pedro Sánchez espada en mano, daga en la otra mano y lo van a acribillar. Lovato tendrá dificultades para convocar ningún tipo de reunión ni de acto político interno en el PSOE. Yo creo que está condenado. Lo que yo creo que, esta vez, Pedro Sánchez está tocado de gravedad. Parece que no tiene importancia, pero tiene mucha importancia lo que ha sucedido. En mis tiempos era impensable que alguien fuese al notario. ¿Qué tipo de confianza hay entre estos dirigentes? ¿Qué le estarían pidiendo realmente a Lobato desde Moncloa? ¿Qué formas son esas de hacer política?».
Tomás Gómez, en esta situación, tampoco entiende la manera de actuar de Juan Lobato: «Tú no puedes estar en una organización política donde los dirigentes, los has pillado que están cometiendo irregularidades de acuerdo a la ley, que están cometiendo presuntos delitos. Lo primero que tienes que hacer poner negro sobre blanco. «¿Qué me están pidiendo ustedes? Me voy al juzgado y pongo esto en manos de un juez de instrucción que investigue qué es lo que está pasando. Uno no puede pertenecer a una organización en la que los dirigentes de la organización te están pidiendo que cometas irregularidades. Y por eso Juan Lobato no se fía y se va a una notaría, pero se va para protegerse. Y también, que la parte que a mí no me gusta, «aquí tengo una cosa, Pedro Sánchez, no me toques las narices porque tengo aquí una cosita que te puedo hacer daño». Eso no son formas de hacer política. ¿A mí no me gusta la amnistía, a mí no me gusta lo que estás haciendo, Pedro Sánchez, pues mira, me enfrento a ti, gano o pierdo o me voy de esta organización. Lo que no puede ser es que «yo trago con todo hasta el momento en el que me quieres quitar la silla y que entonces tengo una cosa guardada que era irregular». No me gusta ninguna de las partes en esto».