Hamás muestra disposición para un alto el fuego, pero señala obstáculos de Israel; Hezbolá se retira dejando a Hamás solos en la guerra.
Reacciones en Gaza tras alto el fuego en Líbano
- Hamás expresa interés en tregua y critica postura israelí
- Netanyahu destaca aislamiento de Hamás y aumenta presión
- Continúan las críticas y las preocupaciones en Gaza
- Rehenes y desacuerdos internos tensan la política israelí
Hamás expresa interés en tregua y critica postura israelí
El miércoles, Hamás declaró su disposición para un alto el fuego en Gaza, según comunicó a mediadores en Egipto, Qatar y Turquía. Un alto funcionario del grupo informó a la agencia AFP que también están interesados en un acuerdo para intercambiar prisioneros. Sin embargo, acusó a Israel de bloquear el avance hacia un pacto.
Por su parte, Hezbolá, aliado clave de Hamás, cesó sus ataques hacia Israel tras el inicio de un alto el fuego en el Líbano. Este grupo, que comenzó a disparar cohetes el 8 de octubre de 2023, había prometido inicialmente continuar la lucha hasta alcanzar una tregua también en Gaza.
Irán, principal aliado de ambos grupos, respaldó el alto el fuego en el Líbano, desvinculándolo de la guerra en Gaza. Según Israel, el logro principal del cese al fuego fue separar los dos frentes de combate.
Sami Abu Zuhri, representante de Hamás, aseguró que valoran el derecho de Hezbolá a proteger al pueblo libanés y expresó que esperan que este acuerdo facilite uno para detener lo que calificaron como una guerra de genocidio contra Gaza.
Netanyahu destaca aislamiento de Hamás y aumenta presión
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que la separación de los frentes representa una oportunidad para intensificar la presión sobre Hamás. Durante el anuncio del acuerdo con el Líbano, Netanyahu declaró que Hamás ha quedado aislado y aseguró que su gobierno redoblará los esfuerzos para liberar a los rehenes y derrotar al grupo en Gaza.
Netanyahu destacó que, desde el inicio de la guerra, Israel ha neutralizado a miles de combatientes de Hamás y eliminado a líderes clave como Yahya Sinwar y Mohammed Deif. Según afirmó, uno de los objetivos centrales es completar la aniquilación de Hamás mientras se logra la liberación de los rehenes restantes.
Sin embargo, en Israel surgieron tensiones políticas respecto a un posible intercambio de terroristas palestinos presos por los rehenes. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se opone firmemente a cualquier acuerdo que implique la liberación masiva de prisioneros, lo que ha generado debates acalorados dentro del gobierno.
Durante una reunión en la Knéset, Ben Gvir enfrentó críticas de familiares de rehenes, quienes lo acusaron de priorizar otros intereses políticos sobre la liberación de los cautivos. En respuesta, el ministro reiteró que no aceptará acuerdos que puedan poner en peligro la seguridad futura de Israel.
Continúan las críticas y las preocupaciones en Gaza
En Gaza, la población vive con temor tras el alto el fuego en el Líbano, ya que consideran que Israel podría concentrar ahora todos sus esfuerzos en intensificar los ataques en la Franja. Desplazados como Mamdouh Yonis y Ahlam Abu Shalabi expresaron su incertidumbre y pidieron compasión para los civiles afectados por la guerra.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, más de 44.000 personas han muerto o se presume que han muerto en los enfrentamientos. Sin embargo, estas cifras no han sido verificadas de manera independiente y no diferencian entre civiles y combatientes.
Israel sostiene que ha matado a unos 18.000 combatientes en batalla desde el inicio de la guerra y ha acusado a Hamás de utilizar a civiles como escudos humanos, operando desde áreas densamente pobladas, incluyendo hospitales, escuelas y mezquitas.
Mientras tanto, las negociaciones para un alto el fuego en Gaza permanecen en un punto muerto. Qatar, mediador clave, ha suspendido temporalmente sus esfuerzos debido a la falta de concesiones por ambas partes. Las señales de que Hamás podría flexibilizar sus demandas no han sido suficientes para reactivar el diálogo, según indicaron funcionarios israelíes.
Rehenes y desacuerdos internos tensan la política israelí
El tema de los rehenes sigue siendo un punto crítico dentro de Israel. Se cree que 97 personas secuestradas el 7 de octubre permanecen en Gaza, incluidas 34 cuyos cadáveres han sido confirmados por el ejército israelí. Además, Hamás retiene a dos civiles israelíes desaparecidos desde 2014 y los cuerpos de dos soldados israelíes caídos ese mismo año.
Las declaraciones de Itamar Ben Gvir sobre la necesidad de “paciencia” para doblegar a Hamás provocaron enfrentamientos verbales con familiares de rehenes, quienes lo acusaron de deshumanizar la situación. Einav Zangauker, madre de un rehén, criticó duramente al ministro por priorizar proyectos de asentamientos en Gaza sobre la liberación de los cautivos.
Ben Gvir defendió su postura argumentando que acuerdos previos, como el de 2011, que permitió la liberación de Yahya Sinwar, han causado consecuencias negativas para Israel. Aseguró que no permitirá la liberación masiva de prisioneros considerados peligrosos bajo ninguna circunstancia.
Israel tiene la obligación de “hacer todo lo posible para liberar a los rehenes, pero también tenemos la responsabilidad de las vidas de los ciudadanos israelíes. No permitiré la liberación de 1.000 sinwars bajo ninguna circunstancia”, afirmó Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional.
Se cree que 97 de los 251 rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre permanecen en Gaza. Entre ellos se encuentran los cadáveres de al menos 34 personas, cuya muerte ha sido confirmada por el ejército israelí. Además, Hamás mantiene cautivos a dos civiles israelíes que ingresaron a la Franja en 2014 y 2015, así como los restos de dos soldados israelíes que murieron en 2014.