- No forzar un cese
- Los estatutos atan de manos a la cúpula
- Óscar López, candidato a las primarias
- Un comportamiento que nadie entiende
La dirección del Partido Socialista no quiere más ruido con Juan Lobato. Las críticas al dirigente del PSOE de la Comunidad de Madrid se han disparado, desde todas las instancias del partido, en las últimas 24 horas. Cargos, militantes y dirigentes piden su dimisión después de acudir a un notario a registrar los mensajes que le envió una compañera del partido del gabinete de Moncloa. En la formación lo consideran una deslealtad y, en privado, cuadros medios repiten una y otra vez la palabra traición. Pero Ferraz no forzará su destitución.
Los estatutos atan de manos a la cúpula de la formación, y el plan pasa por impulsar a un candidato alternativo que gane las primarias fechadas para el próximo 7 de diciembre por el propio Lobato.
No forzar un cese
Ferraz no quiere entrar públicamente a una batalla que ha estallado a tan solo tres días del 41 Congreso Federal, que comienza este viernes. Fuentes socialistas aseguran que existe la posibilidad de abrir un expediente que aparte temporalmente al mandatario madrileño, pero supondría abrir un frente en el peor momento posible. Además, cualquier proceso, en principio, tardaría meses y acelerarlo podría levantar críticas por forzar la maquinaria cuando solo quedan dos semanas para las primarias regionales.
Los estatutos atan de manos a la cúpula
Distintas fuentes consultadas por este medio coinciden en que sería un error ahondar más en la herida en pleno shock del PSOE madrileño. Las normas internas permiten cesar a un dirigente autonómico previo apoyo del 50% del Comité competente, y con la ratificación de la militancia en un plazo de 30 días, según decreta el artículo 6.1 de los estatutos.
«El inicio del proceso de revocación o censura deberá ser motivado y acordado, mediante votación secreta, por más del 50% de votos del Comité Federal o el órgano territorial equivalente. Una vez acordada y en el plazo de un mes deberá ser aprobada por la militancia y afiliación directa, en su caso, del ámbito territorial correspondiente en una consulta. De prosperar la consulta por la mayoría de los votos emitidos, se producirá al cese de la Comisión Ejecutiva, nombrándose inmediatamente una Comisión Gestora por el Comité Federal, o el órgano territorial equivalente», reza la normativa del PSOE acordada en el último Congreso Federal.
Por otro lado, una violación de los estatutos permite abrir un expediente disciplinario que, de terminar calificándose como una falta grave o muy grave, también abre la puerta a expulsar de todos los cargos orgánicos al expedientado. Así lo establece el artículo 87, «de las sanciones».
Pero sería un proceso que tardaría semanas hasta alcanzar una resolución, y, para entonces, ya se habría celebrado el Congreso y también las primarias.
Óscar López, candidato a las primarias
El ministro de Transición Digital y Función Pública se ha erigido como el candidato con más papeletas para ser aupado por Ferraz. Por ahora, no ha confirmado que quiera presentarse a unas primarias para las que faltan diez días, pero todo apunta a que dará el paso con el apoyo del presidente del Gobierno y secretario general, Pedro Sánchez.
Como ha adelantado ECD, la militancia y cuadros medios del partido han pedido a Ferraz que el exjefe de gabinete de Moncloa desembarque en Madrid y tome las riendas del partido.
Un comportamiento que nadie entiende
Lobato negó este lunes —al igual que Moncloa— que los mensajes que le envió Sánchez Acera incluyesen información exclusiva, y afirman que se limitó a pasarle artículos que ya habían publicado distintos periódicos. «Me dijo que había que utilizarlo [el correo de González Amador a la Fiscalía] en la sesión de control. Le pregunté que de dónde venía, y me dijo que de los medios», así ha explicado Lobato la conversación que registró ante notario, según el dirigente, para proteger al partido de posibles acusaciones.
Pero, en el PSOE de Madrid hay dos preguntas sin respuesta: si los wasaps no incluían nada relevante, ¿por qué acudió ante notario para dejar constancia sin decir nada a nadie? Y en caso de que revelasen que Moncloa había obtenido el correo desde Fiscalía, acudir ante un notario le convertiría en cómplice. ¿Por qué decidió hacerlo entonces?