Los dos acusados de asesinar a un turista alemán en Playa de Palma tirándolo desde un furgoneta en marcha a la autopista, donde fue arrollado, alegan que la víctima se tiró del vehículo. Con esta tesis, las defensas reclaman la absolución frente a la petición de 25 años de prisión de la Fiscalía y la acusación particular, que argumenta que ambos «tenían intención de matar». El juicio con jurado popular ha arrancado hoy en la Audiencia Provincial de Palma y se prolongará hasta el próximo 9 de diciembre. El atropello fue tratado inicialmente como un accidente de tráfico, pero acabó convertido en un crimen sin móvil aparente tras una laboriosa investigación de la Policía Nacional.
Los hechos ocurrieron el 8 de octubre de 2022. Los dos acusados, Francisco Jesús J.G. y José David R.S., españoles de 36 y 44 años, circulaban por la avenida Fra Joan Llabrés, en la Playa de Palma, en una furgoneta Citroën Berlingo. En los alrededores del balneario 6, Tim V., un joven turista alemán que estaba ebrio y buscaba su hotel, entró en su furgoneta.
El vehículo se dirigirió a la autovía Ma-19 y circuló en dirección a Palma. Cerca de la salida hacia es Pil·larí, el turista acabó en la calzada, donde quedó tumbado y fue atropellado por un coche. Murió en el acto. La Fiscalía y la familia de la víctima, que ejerce la acusación particular, sostienen que los dos acusados «lo arrojaron por el lado izquierdo del vehículo al medio de la calzada» con intención de matarlo. El ministerio público detalla que los dos acusados se aprovecharon del estado de embriaguez de la víctima, pues la autopsia reveló que tenía una tasa de alcohol en sangre muy elevada, y asumieron que al tirarlo de la furgoneta iba a morir atropellada.
Las defensas niegan este relato. Según la versión de los acusados, adelanta por sus abogadas en sus alegatos iniciales, Tim V. se tiró voluntariamente de la furgoneta debido a su estado de embriaguez.
Compleja investigación
La muerte del turista fue atribuida en principio a un accidente de tráfico, pero un testigo aseguró que lo habían arrojado desde un vehículo. Apenas pudo aportar datos, más allá de que se trataba de una furgoneta blanca, y la Policía Nacional rastreó unos 10 millones de matrículas hasta encontrarla. Los sospechosos fueron arrestados justo un año después del crimen, en octubre de 2023, y desde entonces permanecen en prisión preventiva.