VIOLENCIA MACHISTA | Diez años de calvario para poner apellidos a la violencia

En marzo de 2020, Nanda Santana logró poner nombre a la situación que atravesaba: violencia de género psicológica. Su doctora la derivó a la unidad de Salud Mental y, una vez allí, el psicólogo le dijo que era un caso de manual. «Ese momento fue revelador porque nadie había detectado lo que ocurría y yo estaba tan bloqueada y obsesionada con proteger a mis hijos que ni se me pasó por la cabeza, solo tenía claro que él me hacía daño a través de ellos porque no encajó bien mi petición de separarnos», confiesa. 



Fuente