El secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, ha comparecido este martes para dejar claro que resiste a las presiones internas que está recibiendo, tanto desde el PSOE de Madrid como de Ferraz, para que abandone el cargo y no se presente tampoco a las primarias para elegir nuevo líder.
Tras haber confesado este lunes que ha registrado ante notario una conversación con una compañera de partido, miembro a su vez del gabinete de Pedro Sánchez, sobre el procedimiento judicial del novio de Isabel Díaz Ayuso, Ferraz optó por dejarle solo y dejar caer que está «políticamente muerto». Algunos de sus compañeros en Madrid le reprochan haber quebrado la «confianza» y la «lealtad» al haber acudido al notario y creen que su única salida es la dimisión.
Pero este es solo el último encontronazo de Lobato con parte de su partido. La crisis viene de lejos. Hace tres décadas que el PSOE no gobierna en la Comunidad de Madrid y la sucesión de liderazgos ha estado muchas veces precedida de enfrentamientos entre las distintas familias. Lo que se ve hoy es la federación madrileña en estado puro. Estas son algunas claves de la crisis actual y cómo Lobato ha llegado hasta aquí.
Guerra interna
Alcaldes relevantes de la región y algunos diputados autonómicos no comparten la estrategia de Lobato. Creen que no es lo suficientemente agresivo con Díaz Ayuso y que en Madrid es necesario un discurso más de izquierdas y no buscar el centro porque Ayuso ha copado el espacio que dejó Ciudadanos. Además, muchos alcaldes creen que no les tiene en cuenta cuando son parte del poder territorial del PSOE madrileño. Tras no haber conseguido superar a Más Madrid como partido líder de la oposición, las críticas internas pidiendo un giro de timón han sido constantes y Pedro Sánchez incluso puso el foco en Madrid como una de las federaciones que no consiguió los resultados esperados en las generales celebradas dos meses después.
Falta de apoyo a Sánchez
Una de las cosas que se ha reprochado a Lobato es que no ha defendido lo suficiente las políticas del Gobierno y que, en ocasiones, parecía incluso que iba a la contra. Ocurrió con la modificación de la malversación en el Código Penal o la aprobación de la amnistía, propuestas en las que Lobato se ha situado más cerca de críticos como Javier Lambán o Emiliano García Page. Su propuesta sobre la financiación autonómica ha buscado el equilibrio entre los principios del PSOE y el pacto en Cataluña, pero no todos han entendido que haya querido ir más allá en la propuesta. Además, desde Ferraz y Moncloa le han puesto en el disparadero porque se considera que en el último año no ha defendido suficiente a Begoña Gómez ante los ataques del PP de Madrid. Sus propuestas fiscales tampoco se han entendido internamente.
Acta notarial
El caso del novio de Isabel Díaz Ayuso se hizo público pocos días después de que se saltara el de Begoña Gómez. Lobato tenía que enfrentarse a la presidenta madrileña en la Asamblea de Madrid y compartió la estrategia a seguir con Pilar Sánchez Acera, en aquel momento parte de la ejecutiva del PSOE de Madrid y también mano derecha del director de gabinete de Pedro Sánchez, que entonces era Óscar López. Hoy es ministro y el potencial candidato de Ferraz para enfrentarse a Lobato en las primarias. Seis meses después de conocerse el caso del novio de Ayuso, el líder de los socialistas llevó al notario la conversación vía whatsapp que mantuvo con Sánchez Acera, donde él dice que le facilitaron un documento secreto del caso, pero que ya se había publicado en los medios. Levantó acta para tener un seguro ante posibles ataques.
Citación ante el TS
Tras conocerse la existencia de esa acta notarial, el juez del Tribunal Supremo que investiga las filtraciones en el caso del novio de Ayuso por el que está imputado el fiscal general del Estado ha llamado a declarar como testigo a Lobato. La cita es este próximo viernes, día en el que empieza el congreso federal del PSOE en Sevilla, y el juez ha pedido que presente esa acta con la conversación completa.
Primarias en el PSOE de Madrid
La fecha prevista para convocar el congreso regional es el 5 de diciembre, inmediatamente después del federal. El día 7 se tienen que presentar las candidaturas alternativas. A pesar de la presión interna y los mensajes en su contra, Lobato siempre ha mantenido que se presentaría a las primarias, con o sin apoyo de Ferraz. En su equipo aún confían en que tras casi un año recorriendo todas las agrupaciones de Madrid la militancia puede darle los votos necesarios, aunque tenga a los cargos medios y el aparato del partido en contra.