Israel y Líbano negocian un alto el fuego por dos meses. Incluye retirada israelí, supervisión armamentista y despliegue del ejército libanés.
Detalles sobre el potencial acuerdo entre Israel y el Líbano
- Un acuerdo preliminar contempla cese al fuego y retirada militar
- Garantías y restricciones sobre armamento en el Líbano
- El rol de Estados Unidos y otros países en el acuerdo
- Implicaciones estratégicas y expectativas del acuerdo
- Medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos
Un acuerdo preliminar contempla cese al fuego y retirada militar
Con miras a un cese al fuego que podría ser efectivo por dos meses, se ha revelado que Israel planea retirar sus fuerzas del Líbano, mientras que el grupo terrorista Hezbolá cesaría su presencia armada al sur del río Litani, a unos 29 kilómetros de la frontera con Israel.
Paralelamente, el acuerdo contempla el despliegue del ejército libanés en las áreas desocupadas por las tropas israelíes. A esta operación también se sumaría la fuerza de observación de la ONU ya establecida en la región.
Según declaraciones recogidas por el Canal 12 de Israel, no está en los planes del país establecer una zona de amortiguación dentro del territorio libanés, como ocurrió con la zona de seguridad entre 1982 y 2000. En su lugar, las tropas israelíes se replegarían hacia la frontera internacional.
Por otro lado, se informó que los civiles libaneses podrán regresar a sus viviendas ubicadas en las aldeas y ciudades del sur del país que fueron evacuadas durante los enfrentamientos.
Garantías y restricciones sobre armamento en el Líbano
Un punto importante del acuerdo señala que el Líbano se comprometerá a supervisar la adquisición y fabricación de armas dentro de su territorio para evitar que lleguen a manos de Hezbolá, grupo que ha recibido grandes cantidades de armamento desde Irán en los últimos años.
Israel, por su parte, ha insistido en recibir mayores garantías que aseguren la retirada de las armas de Hezbolá de las proximidades de la frontera.
Asimismo, una de las condiciones clave para Israel es que el acuerdo permita libertad de acción en caso de que Hezbolá infrinja sus términos. Esta demanda surge del temor a un ataque similar al ocurrido el 7 de octubre, cuando Hamás perpetró una ofensiva desde Gaza.
Las autoridades libanesas, no obstante, consideran que aceptar esta cláusula podría representar una violación a su soberanía, postura respaldada por el líder de Hezbolá, Naim Kassem, quien exige un fin total y definitivo de lo que describe como “agresión”.
El rol de Estados Unidos y otros países en el acuerdo
De acuerdo con el Canal 12, se prevé que una carta paralela de Estados Unidos establezca que Israel tendrá derecho a actuar en caso de una “amenaza inmediata” proveniente del Líbano.
Estados Unidos también ha sugerido que, en caso de que las amenazas puedan ser neutralizadas en Siria en lugar de en Líbano, esa sería la opción preferida. Sin embargo, Israel afirmó que tomará medidas contra cualquier presencia de Hezbolá en el sur del Líbano, ya sea directamente o a través de notificaciones al ejército libanés mediante Estados Unidos.
El organismo internacional encargado de supervisar el cumplimiento del acuerdo será liderado por Estados Unidos, con la participación de Francia. Esto último fue motivo de controversia, ya que Israel había expresado desconfianza hacia París debido a las críticas recientes del presidente Emmanuel Macron sobre la gestión israelí de la guerra en Gaza.
El Líbano también había rechazado inicialmente la inclusión del Reino Unido en el comité. Aún no se confirma si las autoridades libanesas han retirado su oposición tras la aceptación de Israel sobre la participación de Francia.
Implicaciones estratégicas y expectativas del acuerdo
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, encabezó una consulta de seguridad donde hubo amplio respaldo político al acuerdo. Según reportes, se discutieron implicaciones estratégicas no especificadas y temas relacionados con el suministro de armas.
Durante la reunión, Netanyahu destacó que el acuerdo podría dejar a Hamás aislado en Gaza y facilitar un eventual intercambio de rehenes. Actualmente, se estima que unas 251 personas permanecen cautivas tras el ataque del 7 de octubre.
En tanto, Hezbolá ha disparado cohetes contra Israel desde el 8 de octubre, un día después de los ataques de Hamás. Aunque inicialmente vinculó el cese de hostilidades con el fin de la guerra en Gaza, las tensiones en el norte continuaron escalando, incluyendo operaciones terrestres israelíes en el sur del Líbano.
Israel también ha ejecutado ataques dirigidos contra líderes de Hezbolá, entre ellos el veterano Hassan Nasrallah, como parte de sus esfuerzos por debilitar al grupo y alejarlo de la frontera.
Medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos
Uno de los principales objetivos del gobierno israelí es garantizar condiciones seguras para el regreso de decenas de miles de ciudadanos evacuados del norte del país debido a los enfrentamientos. Sin embargo, el gobierno no pedirá a los residentes que regresen inmediatamente tras la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego.
Según informó la emisora pública Kan, las autoridades israelíes priorizarán garantizar una calma prolongada a lo largo de la frontera antes de autorizar el retorno de los ciudadanos. Este proceso podría tomar varias semanas o incluso un par de meses.