El gestor de la infraestructura ferroviaria, Adif, justifica en el cumplimiento de los plazos a los que obliga la financiación de los fondos europeos Next Generation su decisión de clausurar hasta seis líneas de tren durante 2025 en el territorio aragonés. Así lo ha defendido este martes María Luisa Domínguez, jefa de planificación estratégica y expresidenta de la entidad pública entre 2021 y 2023, preguntada por las razones por las que Adif ha resuelto ejecutar unas obras que mantendrán ocho meses y medio cerrada la línea convencional Zaragoza-Madrid, cuatro meses en cada una de las dos vías del tramo Luceni y Cortes en la Zaragoza-Logroño y seis meses en la Teruel-Sagunto, lo que la dejará sin conexión Zaragoza y Valencia durante todo el segundo semestre de 2025.
«Hay que tener en cuenta que si no se interrumpe el tráfico los trabajos solo se pueden hacer en bandas de mantenimiento nocturnas. Esas bandas, de unas cinco horas, en realidad son mucho más cortas, ya que la maquinaria está en una estación y se tiene que desplazar. Estaríamos hablando de prolongar las obras durante un tiempo larguísimo, por lo que hemos optado por agilizarlas para aprovecharnos y beneficiarnos de la financiación europea haciendo un corte total con un servicio sustitutivo para los viajeros y trayectos alternativos para las mercancías«, ha explicado Domínguez a los medios de comunicación tras una conferencia en el congreso Rail Live, el evento internacional que acoge Zaragoza con presencia de 1.300 expertos del mundo ferroviario que se han desplazado desde 30 países.
La responsable de Adif ha defendido que la entidad «siempre piensa en garantizar la movilidad», dado que «si dos cortes son incompatibles, se analiza bien y no se hace». Sin embargo, ha reconocido que este modelo de actuación implica un riesgo para el tráfico de mercancías, dado que «si las expulsas del tren es muy difícil recuperarlas cuando lo que pretendemos es precisamente potenciarlas para alcanzar una cuota del 10% para el año 2030». Es esa la denuncia que se hizo desde el sector logístico, aduciendo que las empresas que utilizan estas líneas sufrirán fuertes encarecimientos, si bien la responsable de Adif ha insistido en que existen rutas alternativas.
Preguntada por los retrasos en algunas de las obras en marcha en Aragón, Domínguez ha asegurado que Adif intenta «hacerlas siempre dentro de los plazos», matizando que a veces se viven «situaciones un poco inesperadas, como la invasión a Ucrania, cuando se rompió la cadena de suministro». «Nuestra intención es hacerlo en el menor tiempo posible tanto desde el punto de vista de interés de los ciudadanos y también del financiero», ha asegurado Domínguez. Sobre la demora en la reapertura de la Zaragoza-Huesca-Canfranc, la responsable de la planificación de Adif ha dicho que no le «corresponde» a ella trasladar tal información.
Sobre la rehabilitación de la infraestructura dañada por las inundaciones de Valencia, Domínguez ha reivindicado que los trabajos para recuperar la línea de alta velocidad se han finiquitado con premura, mientras que las líneas convencionales, cuyos criterios de diseño responden a estructuras del siglo XIX, no están preparadas para eventos climáticos como el sucedido. «Vamos a reponer de una forma urgente la línea convencional pero teniendo en cuenta lo que ha pasado, lo que implica ampliar los drenajes o mayor amplitud en los puentes que se han visto afectados», ha señalado, haciendo referencia al plan de revisión de toda la red donde se ven los puntos más críticos. «El catálogo de la red de alta velocidad ya se ha completado y dentro de poco se conocerá el de la red convencional», ha apuntado.