La Mutilación Genital Femenina es una de las formas más crueles de violencia de género. En la mayoría de los casos, se practica en la infancia, y pretende controlar el cuerpo de las niñas bajo la excusa de la tradición o la cultura. Y a pesar de los esfuerzos globales para su erradicación, esta práctica nociva sigue siendo hoy una realidad en más de 30 países de África, Oriente Medio y Asia. La mutilación genital femeninaNo solo es un acto de violencia que genera enormes daños físicos y psicológicos a millones de niñas (hemorragias, infecciones, depresión, problemas de infertilidad, complicaciones durante el parto e incluso la muerte), sino que además vulnera sus derechos fundamentales a la salud, a la integridad y a vivir una infancia sin violencia.

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