La gestión de la DANA ha comenzado a provocar las primeras crisis en los partidos políticos de los municipios afectados. En el municipio de Aldaia, la concejala del Partido Popular Paula García ha decidido abandonar el Grupo Municipal Popular «porque no quiero pertenecer a un partido que ha abandonado a sus votantes». Así lo ha subrayado García a el diario Levante-EMV, quien destaca además «la falta de libertad» como otro de los principales motivos que le han llevado a tomar la decisión: «El problema es que al estar en un partido político, como tienes la disciplina de partido, no tienes la libertad de quejarte a los de arriba», remarca.
La que fue número dos en las listas de los conservadores en las elecciones municipales de 2023 confirma que le trasladó su decisión al portavoz, Jesús Molins, el pasado domingo y le informó de su intención de pasar a los no adscritos. Un trámite que se oficializará en el próximo pleno municipal convocado para el martes 26 de noviembre, tras hablar con la secretaría del Ayuntamiento de Aldaia para incluirlo en el orden del día. Según afirma, «mi portavoz aceptó mi decisión, aunque consideraba que no era el momento de hacerlo».
Pide la dimisión de Mazón, Sánchez y Luján
«Al ver la inacción en mi pueblo de la gente que tiene que ayudarnos no puedo, no quiero, seguir un minuto más en un partido que nos ha abandonado, porque ya no me representa», asevera García. Si bien destaca que tanto desde la Diputación de Valencia como de la Generalitat Valenciana «han estado en contacto permanente con mi portavoz y con nuestro grupo municipal para interesarse por la situación», afea que «de nada sirve que nos cojan el teléfono si luego las calles siguen igual».
Sobre la gestión de la DANA, la concejala asegura que al vivir en la zona afectada «hemos estado bastante aislados de la información que llegaba de fuera». «Me informaba un amigo de lo que iba pasando». Sin embargo, al comprobar «la falta de respuesta» de las administraciones «antes, durante y después de esta emergencia» considera que el president Carlos Mazón «tiene que dimitir».
«Pero no sólo él. Todos. De arriba abajo. Desde el presidente del Gobierno hasta el alcalde de Aldaia», quien, a su juicio «tiene que ser el primero en caer, no solo por la inacción, sino por la falta de comunicación» porque «mientras que los pueblos vecinos cancelaron las clases por la mañana, ellos no tomaron ninguna decisión». «La respuesta del alcalde ha sido la peor de todas», denuncia.
«Compromís y PP hemos trabajado mano a mano»
La concejala ve «lamentable» que las ayudas «hayan llegado antes de la mano de empresas privadas que de las administraciones públicas» y reprocha la «falta de coordinación» que «todavía» se sigue notando en los trabajos. A este respecto, la hasta ahora popular destaca el trabajo conjunto que han hecho los concejales del Partido Popular con los de Compromís.
«La oposición hemos trabajado en conjunto desde el primer día. Mano a mano y dejando de lado nuestras diferencias políticas para centrarnos en ayudar al pueblo, a los funcionarios, a los Servicios Sociales. Desde el primer minuto contactamos con Lluís Granell -portavoz de Compromís per Aldaia– y hemos estado trabajando más, y mejor, que el propio gobierno. Coordinados y puerta por puerta».
«Hay mucha gente viviendo en condiciones insalubres»
Sobre la situación del municipio en estos momentos, Paula García se muestra preocupada «porque la veo estancada». «Ha habido avances y se ha mejorado la situación, pero ahora viene lo peor porque hay que revisar las estructuras de las casas. Los comercios y las viviendas necesitan mano de obra, y en estos momentos poder arreglarlas depende de si tienes dinero para contratar electricistas o mano de obra porque las ayudas no están llegando».
Así, advierte que en Aldaia «hay gente que está viviendo en condiciones insalubres porque hay muchas humedades en las casas». «Algunos afectados se han realojado en casas de familiares o amigos, pero los que no disponen de esa alternativa están malviviendo en sus casas con humedades en las paredes», advierte la concejala.
