Ni los líderes políticos ni los representantes sindicales han conseguido hacerle sombra. Jeremy Clarkson, uno de los rostros más populares de la televisión en el Reino Unido, se ha alzado como el portavoz extraoficial de los agricultores británicos en un momento de máxima tensión con el Gobierno laborista del primer ministro, Keir Starmer, quien ha anunciado un nuevo impuesto de sucesiones sobre las propiedades agrícolas a partir de 2026. La tensión entre los agricultores y el Ejecutivo quedó patente en la manifestación celebrada la semana pasada frente a Downing Street, en la que Clarkson acaparó gran parte de los focos y en la que pronunció un encendido discurso en defensa de los propietarios de terrenos rurales.  

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