La bolsa de patatas fritas que acabamos de comprar en el supermercado de la esquina puede acabar en una playa de África o del Pacífico. De hecho, ya se ha comprobado en varias ocasiones que residuos plásticos españoles forman parte de la basura que contamina los ecosistemas de Asia o América, por ejemplo. Ahora se ha descubierto que la gran isla de basura que hay en el norte del Océano Pacífico, y que tiene un tamaño que es el triple de España, sigue creciendo mediante residuos procedentes de una gran variedad de países, incluso bastante alejados de la zona.

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