La bolsa de patatas fritas que acabamos de comprar en el supermercado de la esquina puede acabar en una playa de África o del Pacífico. De hecho, ya se ha comprobado en varias ocasiones que residuos plásticos españoles forman parte de la basura que contamina los ecosistemas de Asia o América, por ejemplo. Ahora se ha descubierto que la gran isla de basura que hay en el norte del Océano Pacífico, y que tiene un tamaño que es el triple de España, sigue creciendo mediante residuos procedentes de una gran variedad de países, incluso bastante alejados de la zona.
Esta gran acumulación flotante de basura plástica es solo una de las cinco que hay en todo el planeta y que se han formado en las últimas décadas favorecidas por las corrientes marinas. La del Pacífico Norte está formada por 80.000 toneladas de plástico, la mayoría de él, microplástico.
Un estudio publicado en la revista Environmental Research Letters ha desvelado que su tamaño, lejos de haberse estabilizado, sigue aumentando. Los fragmentos de plástico del tamaño de varios centímetros están aumentando mucho más rápido que los plásticos de mayor tamaño en esta Isla de Basura del Pacífico Norte (NPGP, en inglés).
Aumento inesperado de plástico
La investigación, que se basa en estudios realizados entre 2015 y 2022 por la ONG The Ocean Cleanup, descubrió un aumento inesperado en la concentración de fragmentos de plástico, lo que significaría que siguen llegan nuevos materiales y no son el resultado de la degradación de objetos ya presentes.
Los investigadores creen que estos fragmentos proceden de la descomposición de plásticos que a lo largo de las últimas décadas han sido vertidos al medio ambiente en todo el mundo y ahora se están acumulando exponencialmente en esta remota región del Océano Pacífico.
El estudio examinó los resultados de centenares de muestreos realizados en la zona a lo largo de decenas expediciones realizadas por la citada entidad entre los años 2015 y 2022.
Entre las principales conclusiones del estudio figuran las siguientes:
– Los fragmentos de plástico detectados en esta gran isla de basura aumentaron de 2,9 kg por km2 a 14,2 kg por km2 en el periodo de los siete años analizados.
– Entre el 74% y el 96% de este aumento puede tener su origen en países extranjeros.
– Los puntos críticos de desechos (zonas de mayor densidad) aumentaron su concentración desde 1 millón por km2 en 2015 a más de 10 millones por km2 en 2022.
– Por kilómetro cuadrado, la cantidad media de cada clase (por tamaño) de plásticos flotantes ha aumentado significativamente: los microplásticos (0,5 mm–5 mm) aumentaron de 960.000 a 1.500.000 artículos; los mesoplásticos (5 mm–50 mm) aumentaron de 34.000 a 235.000 artículos y los macroplásticos (50 mm–500 mm) aumentaron de 800 a 1.800 artículos por km2 .
Más plásticos que seres vivos
Otro dato importante y, además, preocupante. El volumen de residuos plásticos en esta parte del Pacífico supera al de los organismos vivos allí existentes, lo cual supone una amenaza directa al ecosistema, no sólo porque estos plásticos acaban siendo ingeridos por la vida marina o son trampas mortales en los que muchos animales quedan enredados, sino también porque sobre el zooplancto, base de la cadena trófica.
Además, estos fragmentos de plástico llegados desde tan lejos suelen llevar a bordo ‘pasajeros’ inesperados, en forma de organismos que son ajenos al ecosistema del Pacífico Norte y actúan, por tanto, como especies exóticas invasoras. Estos organismos entran en competencia con las especies autóctonas, a las que acaban desplazando.
Laurent Lebreton, autor principal del artículo, afirma: «El aumento exponencial de fragmentos de plástico observado en nuestros estudios de campo es una consecuencia directa de décadas de gestión inadecuada de residuos plásticos, lo que lleva a la acumulación incesante de plásticos en el medio marino”.
«Esta contaminación está dañando la vida marina y apenas estamos empezando a comprender todos sus efectos. Nuestros hallazgos deberían servir como un llamamiento a la acción para los legisladores que participan en la negociación de un tratado global para poner fin a la contaminación por plástico. Ahora, más que nunca, es esencial una intervención global decisiva y unificada», añadió.
Los investigadores enfatizan que, si bien los países están priorizando la prevención de la contaminación plástica antes de que se produzca, la eliminación de los plásticos ya presentes en el ambiente marino global es esencial para mitigar urgentemente la generación de fragmentos de plástico cada vez más pequeños en el océano durante las próximas décadas.
Estudio de referencia: https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ad78ed
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