La Policía Nacional ha detenido, en un municipio de la provincia de Girona, a uno de los «EUROPE’S MOST WANTED» reclamado por un asesinato ocurrido en el año 1991 en la ciudad húngara de Paloznak.
Según ha podido saber este canal de investigación y sucesos, se trata de Viorel Nae, un hombre rumano de 55 años al que le constaban dos Órdenes Europeas de Detención y Entrega (OEDE´s) emitidas por las autoridades de Hungría y Rumanía por delitos de homicidio por los que se enfrentaba a cadena perpetua.
Una huella dactilar
Los hechos por los que se buscaba al prófugo ocurrieron en agosto de 1991 en la ciudad húngara de Paloznak. El investigado, junto a otros hombres, irrumpió en una parroquia de dicha ciudad para hacerse con los objetos de valor que se encontraran.
En el transcurso de los hechos, sorprendieron durmiendo al sacerdote que regentaba la parroquia, un hombre de avanzada edad- Tras maniatarlo a una silla y darle una paliza, falleció. También maniataron y agredieron a una monja, también de avanzada edad, hasta que confesó dónde se encontraban los objetos de valor y el dinero. La mujer sobrevivió a la agresión, aunque le produjeron lesiones muy graves.
Gracias al cotejo de una huella dactilar encontrada en el lugar a los hechos, se obtuvo una coincidencia que permitió identificar al sospechoso.
Pasó por Huelva
El pasado mes de mayo, ante la gravedad de los hechos y la peligrosidad del fugitivo, Hungría difundió la Orden Europea de Detención y Entrega. Fue entonces cuando agentes de la Policía Nacional iniciaron las investigaciones.
En un primer momento, averiguaron que había estado viviendo de forma temporal en la provincia de Huelva. Sin embargo, tomaba múltiples medidas de seguridad y no tenía residencias habituales. Además se valía de varias identidades falsas para evitar ser detectado.
Asimismo, tomaba precauciones a la hora de contactar por teléfono con terceras personas, utilizando aplicaciones que evitaban la conexión con antenas telefónicas.
Jardineros «secretas»
Finalmente, a mediados de noviembre, los agentes lograron centrarlo en la provincia de Girona y establecieron un dispositivo en los alrededores de su posible domicilio. El hecho de que el lugar estuviera alejado del núcleo urbano, con poco trasiego de personas y vehículos, sumado a las medidas de seguridad que tomaba el prófugo antes de salir de la vivienda, o de coger su vehículo, dificultaron las tareas de vigilancia e identificación del mismo.
El arrestado vivía y estaba asentado en nuestro país, en Santa Coloma de Farners, en una zona alejada del núcleo urbano, con poco trasiego de personas y vehículos. Tomaba múltiples medidas de seguridad antes de salir de su domicilio, lo que llevó a los agentes a hacerse pasar por operarios de mantenimientos de parques y jardines para poder identificarlo y arrestarlo.
Cuando el fugado salió a la vía pública, con la intención de coger su coche, los investigadores pudieron reconocerlo y proceder a su detención.