Con «un nudo en la garganta», propio de una «apasionada del cambio climático», Sara Aagesen ha tomado este lunes posesión de su cargo como vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de manos de su antecesora y hasta ahora ‘jefa’, Teresa Ribera. En un acto muy emotivo, al tratarse de un traspaso de carteras entre dos mujeres que se conocen «desde hace más de 20 años» y que han trabajado mano a mano en la mayor crisis energética que se recuerda, Aagesen ha prometido «continuidad» y ha puesto en valor el papel de la ciencia en la gestión de la política.
«Creo en el trabajo desde la ciencia, en la formación a nivel técnico y también en el servicio público para todos los ciudadanos», ha afirmado en un discurso que ha comenzado con un recuerdo para los fallecidos en la DANA y en el que no ha reparado en elogios a su antecesora, Teresa Ribera, a quien ha definido como una mujer de «prestigio internacional» con «valentía, liderazgo y coraje» que ha conseguido «acuerdos impensables a nivel internacional y también nacional».
En una declaración de intenciones, Aagesen ha aseverado que la actividad humana ha causado «de manera inequívoca» el calentamiento global, que está afectando a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos y que ha provocado «pérdidas y daños para las personas y la naturaleza». Y ha subrayado la necesidad de una mayor protección de las zonas inundables y la adaptación de los sistemas hídricos a escenarios de sequía cada vez más agudos.
También ha destacado la necesidad de proteger la salud ante las altas temperaturas, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, alcanzar la neutralidad climática y apostar por la transición energética. «Hay que respetar a las entidades científicas porque nos protegen», ha reiterado la nueva vicepresidenta, lo cual ha despertado el aplauso de los presentes. «Primero la ciencia, esa ciencia que nos informa y sabe a qué nos tenemos que enfrentar y cómo abordarlo. Segundo, adaptarnos a esa nueva realidad, y en tercer lugar, trabajar en dejar de alimentar esa emergencia climática», ha resumido.
Ausencia de Repsol
Aagesen ha estado acompañada por su familia y y su equipo, además de la plana mayor de las principales energéticas españolas, pero con una gran ausencia, la de la petrolera Repsol, que no ha tenido ninguna representación. Sí han estado presentes los presidentes de Iberdrola y Naturgy, Ignacio Sánchez Galán y Francisco Reynés; el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz Tagle; el consejero delegado de Endesa, José Bogas, y el consejero delegado de Cepsa (Moeve), Maarten Wetselaar.
También la presidenta de la patronal de las grandes compañías eléctricas (Aeléc), Marina Serrano; así como las presidentas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y de la SEPI, Cani Fernández y Belén Gualda, respectivamente. Por parte del Gobierno, de sus nuevos compañeros del Consejo de Ministros solo ha acudido a la cita la vicepresidenta primera, María Jesús Montero.
Prioridades
En un auditorio lleno a rebosar, la nueva vicepresidenta ha enumerado «algunas» de sus prioridades al frente del departamento, entre las que ha situado «en primer lugar» la adaptación de la sociedad y la economía a los impactos de la emergencia climática. También ha puesto en valor la importancia de restaurar el «enorme patrimonio natural» que tiene España, con ejemplos como Doñana, y «seguir liderando la descarbonización en Europa y en el mundo».
En el apartado energético, apuesta por impulsar la transición energética, con especial foco en la protección de los consumidores y la competitividad de la industria, de la mano del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), y el desarrollo de la eficiencia energética y de nuevos vectores «como el biogás, el hidrógeno renovable, el almacenamiento o la nueva planificación de la red de transporte».
Tampoco ha querido olvidarse de la importancia que tendrá en los próximos años la autonomía estratégica y tecnológica para poner en valor las «capacidades productivas propias, reduciendo el consumo de recursos y apostando por circularidad», que es precisamente uno de los ejes de la nueva Comisión Europea en la que participará su antecesora, Teresa Ribera, así como la lucha contra la despoblación.
La nueva vicepresidenta también ha puesto en valor la igualdad de género –«España es mucho mejor si las mujeres tenemos las mismas oportunidades»– y ha afirmado estar «tan ilusionada como en el año 2002», cuando empezó a trabajar en la Oficina Española del Cambio Climático (OECC). «Creo que el único camino es el diálogo, la colaboración y trabajo, trabajo y trabajo«, ha concluido.