Marina Garcias es la nueva delegada de Plataforma per la Llengüa en las Balears tras la renuncia de Ivan Solivellas. De profesión profesora, Garcias explica los problemas que sufre la lengua propia del archipiélago hoy en día. En un actual contexto político donde se pone en duda la inmersión lingüística y donde un partido político socio del Govern cuestiona la unidad lingüística que se establece en el Estatut de Autonomia
¿Por qué decidió presentarse para ser la nueva delegada de la entidad?
Entre hace cinco años a Plataforma per la Llengüa como voluntaria y hace un año me ofrecieron trabajar en la ejecutiva de la entidad en Barcelona. Pero con la renuncia de Ivan Solivellas como delegado me ofrecieron ser la representante en las Balears y acepte.
¿Dónde está en peor estado la lengua catalana en las Balears?
Hace poco salió una noticia donde decía que la Unión Europea alertaba del mal estado del catalán en la justicia. La gente tiene que saber que tiene el derecho de hablar en catalán en un juicio y eso se tiene que reivindicar. Justamente en un momento tan vulnerable se tiene que poder hablar en tu lengua materna.
¿Y en la sanidad?
La sanidad es otro espacio muy vulnerable. Cuando estás en manos de los profesionales sanitarios es muy difícil reivindicar tus derechos. Tienes que elegir entre que te hablen mal o renunciar a tu lengua. Puede ser fatal, porque en una situación de emergencia puedes tener graves problemas por culpa de que el médico no te entienda.
¿Dónde se tiene que incidir para mejorar?
No todos podemos ser héroes. No se le puede pedir a la población que sea todo el tiempo reivindicativa. Se tiene que vivir en catalán con toda normalidad. Mucha gente no siente que lo pueda hacer porque recibe malas contestaciones o malas caras. La administración tiene que trabajar en pos de la normalidad de la lengua catalana y darle más prestigio al catalán. Sobre todo que no se cuestione todo el rato la necesidad de aprender esta lengua.
¿No tiene prestigio la lengua catalana?
La gente ha sido educada en un entorno donde se considera a su lengua con un valor inferior a la otra. Esto pasa en todos los sitios donde existen las lenguas minoritarias. De esta forma, los catalanoparlantes se adaptan siempre al que habla castellano, porque creemos que tienen más derechos ellos que nosotros.
¿Qué opina del anticatalanismo que existe por parte de algunos socios del Govern?
El anticatalanismo no es una cosa nueva, se intenta dividir a los catalanoparlantes de otros sitios para poder vencer. Como dice el dicho, divide y vencerás. De esta forma, se utilizan argumentos no científicos que van en contra del saber. Esto ya había pequeños grupos que lo hacían antes, pero que un partido político tan grande como el PP les dé credibilidad en cuestiones como la unidad de la lengua y la necesidad del catalán en la educación es muy peligroso. Ahora mismo se está poniendo en duda el catalán en la educación, cuando era uno de los pocos sitios donde se había conseguido la completa normalización. Que el PP lo aplauda es de una enorme irresponsabilidad
¿Entonces, porque aún existe el mantra de qué mallorquín y catalán son lenguas diferentes?
Para eso mismo, para confrontar y dividir a los parlantes. Es un dicho que es una barbaridad. Estoy convencida de que el 99% de los votantes del PP saben que el mallorquín y el catalán son la misma lengua, y que muchos de Vox también lo saben. Es de sentido común ver que si me entiendo con un valenciano o con un catalán es sinónimo de que hablamos la misma lengua, sería como decir que el manchego, el andaluz y el madrileño son lenguas diferentes por sus pequeñas diferencias.
¿Se exige mucho a los hablantes de la lengua catalana?
Al final es una losa, porque siempre tienes como una responsabilidad muy grande. Es muy fácil ser de una comunidad donde se habla una lengua hegemónica, no tienes que luchar con nadie. Al final te enfrentas a situaciones desagradables, aunque esta parte de lucha constante es lo que hace que tenga más valor nuestra lengua.
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