Tres ascensos colecciona ya Iván Ania, de 47 años, en una carrera de entrenador que dio sus primeros pasos en el Covadonga en 2011 y que tras pasar por el filial del Oviedo, el que fue el equipo de su vida como jugador, tuvo su primer éxito en el Caudal, al que subió a Segunda B. En 2019 firmó que el Racing regresara a la categoría de plata, aunque solo duró unos meses en el banquillo después del éxito y con el Córdoba volvió a firmar en junio el mismo logro, al acabar segundo en su grupo tras el Castellón y eliminar en la promoción a la Ponferradina y al Barcelona B. «Me ha costado cinco años volver a Segunda y no quiero desaprovechar la oportunidad otra vez», dijo en verano. En eso anda el míster del rival del Real Zaragoza hoy, sin renunciar un ápice a su estilo y con una propuesta atrevida y atractiva y que en el Nuevo Arcángel funciona, pero no a domicilio.

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