Es tradición que las quintas de Nules se reúnan una vez al año para festejar a su patrón, Sant Vicent, pero las tradiciones están para adaptarse y actualizarse. Al menos, así lo ha demostrado este sábado la Quinta del 98, al ser capaz de convocar a cientos de personas en la que aspira a convertirse en una nueva cita del calendario festivo anual del municipio: el Mig Any Quinter.
Alrededor de un millar de personas se han reunido en el centro de la localidad para recuperar algunas de las costumbres que caracterizaron a la fiesta de Sant Vicent, pero sobre todo, para aprovechar la excusa y pasarlo bien en una época del año en la que las celebraciones populares se toman un descanso. Todo apunta a que dejará de ser así, pues no han sido pocos los que, ante el buen ambiente, han abogado por su continuidad.
A diferencia de lo que sucede el día del pasacalle de Sant Vicent, el lunes siguiente al Domingo de Pascua, este sábado ha llamado la atención la media de edad de los asistentes, que salvo excepciones —hijos de algunos de los quintos— superaban los 45 años.
Todos han demostrado que la diversión no es cuestión de los años, sino de las ganas, y aunque ha habido mucho de nostalgia, en especial por la música y momentos como la concentración junto al mítico bar La Olivereta, ahora cerrada, ha habido más de espíritu fiestero y también solidario. Una parte de la recaudación de la barra se destinará a los damnificados por la DANA del mes de octubre en Valencia.